Capítulo 34.

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BRADLEY.

Ella sonríe mientras inspecciona los discos de vinilos.

—Te tengo envidia— no pierde su sonrisa.

Su chaqueta de lana color crema deja ver como su piel hace contraste con su blusa de encaje color oxido. El escote deja a la vista su clavícula donde posa su collar dorado. Con su cabello trenzado puedo ver todas sus expresiones, de como sus ojos se abren más de lo normal al ver uno que otros discos y el como brillan de emoción al ver los álbumes.

—Tienes muchos álbumes nuevos...— deja de pasar al ver uno—. ¡No! Tienes del nuevo álbum de Dua lipa.

Me coloco detrás de ella y no estoy lo suficientemente cerca y ya llega su suave aroma, siempre ha sido mi incógnita, es dulce y fuerte al mismo tiempo; pero de alguna u otra forma me envuelve el olor.

—Si, te dije que tengo varios—sonrió.

—Si varios—comenta de manera sarcástica y apostaría que giro los ojos.

Termino de acercarme, mi respiración termina chocando con su cabello. Ella se tensa un poco y deja de pasar los álbumes.

—¿Cuál te gusta? —Susurro.

—No sabría decirte—exhala.

Sigue viendo los otros discos como si no pasara nada, cuando pasa todo.

Hago a un lado su trenza y me acerco más a la curva de su cuello expuesta.

—Dime.

Mi respiración no está para nada calmada.

Lara comienza hablar un poco rápido y torpe. Mis manos van a sus caderas y de ella escapa un suspiro pesado, pero aun así no deja de contarme sobre algo de un cantante.

Mis labios solo rosan su piel, dejo un beso suave debajo de su oreja. Nuestras respiraciones son incontrolables.

Bajo la manga de su suéter para hacer un camino de besos desde su cuello hasta su hombro. Mis dedos hacen un camino por su brazo.

Ella jadea y se da la vuelta. Sus labios están abiertos y me ve a los ojos. No paro de mirar sus labios, pero antes de que yo tome la decisión de besarla, ella toma el cuello de mi camisa, se coloca en puntillas y me jala a ella.

Su mano va a mi cuello mientras me besa con la misma necesidad que la mía, es ansioso e impulsivo. Me hace retroceder y sentarme en el piso, ropiendo nuestro beso en el proceso, pero apenas ella se sienta en mi regazo me toma desde mi nuca para arrebatar todo de mí.

Lara toma todo el control de la situación y eso solo me enciende más.

Lo ardiente e intenso que conquista este momento absorbe cada ser de mí, solo hace que codicie que esto no termine jamás.

Ella sabe a esos dulces sabor a frutas que solía comer de pequeño.

Chupa mi labio inferior haciendo que jadee, mi mano en su cadera y la otra en el centro de su espalda para acercarla más a mí. Ella sonríe en medio beso y solo faltaba que suspirara como para sentir las cosquillas en mi estómago.

Muerdo su labio, el sonido agudo que sale de ella hace apretar mi mano en su cadera, Lara lleva una de sus manos a mi cabello apretándolo.

Y como si esto fuera una maldita broma, mi teléfono suena.

Nos separamos jadeando los dos, Lara ríe fuerte.

Sonriendo contesto el teléfono viendo que es mi padre, luego de saludarnos el comienza a contarme unas cosas que encontró; pero honestamente no le estoy prestando atención, Lara no baja del regazo y nuestras manos siguen en sus lugares. Sus labios están hinchados y rojos, ella me sonríe y acaricia suavemente mi nuca con sus dedos haciéndome cerrar los ojos.

Because, all I need is you. (All I Need Libro 1).  |EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora