Because, all I need is you. (All I Need Libro 1). |EN EDICIÓN|

Capítulo 10.

LARA.

Todas las personas en el bar pueden notar lo tenso que se volvió el ambiente.

De un lado está Thunderstruck y del otro All I need, parece un concurso de miradas entre nosotros.

Emma entra con Sara caminado hacia nosotros.

—Hola chicos—saluda Emma, ellos le responden el saludo igual—Ella es Sara una amiga.

—Hola—responde Daniel y se presentan.

Emma se acerca a mí y se sienta a mi lado.

—Hola—yo la miro y le sonrió con la boca cerrada—. ¿Nerviosa?

—Para nada—le respondo.

—Si, aja.

Sara está hablando con los chicos muy animada y ellos igual.

—Ok, si lo estoy, un poco—confieso.

—Lo sé—dice sonriéndome dulcemente.

—¿Se nota mucho? —Pregunto preocupada.

—No, bueno, no sé si otros lo notan, pero yo te conozco muy bien y se cuándo estas nerviosa o cuando te pasa algo.

—Hablando de eso...—me tomo una pausa—. ¿Qué te está pasando? Andas muy rara últimamente, como si algo te preocupara, como estresa—

—No me pasa nada. —Me interrumpe desviando la mirada hacia otro lado.

Abro la boca para replicarle que me dijera la verdad, pero, anuncian que va a tocar la banda de Bolton. Le doy toda mi atención.

—Ellos son muy queridos aquí, por así decirlo—me comenta—; así que puede que los apoyen más a ellos, pero en parte tienen suerte porque Daniel es muy conocido, así que puede que no les vaya tan mal.

—Gracias Emma, me encanta tu apoyo—le sonrió sarcásticamente.

Un chico rubio y bronceado inicia tocando la guitarra, Bolton comienza a cantar. Las personas cantan y otros moviéndose un poco con el ritmo. Emma me toca el hombro y giro mi cabeza a ella.

—El guitarrista se llama Hunter tiene 17 años—señala al rubio—, el bajista es Connor tiene 18 años, el salió con una chica que tenía algo con Daniel, hubo muchos problemas y se dejaron de hablar ellos dos; el baterista se llama Tyler es el mayor de todos tiene 20 años y fue novio de unas de las amigas de Olivia.

—¿Cómo es que te sabes toda la vida de las personas aquí? —Le pregunto mirándola con incredulidad.

Ella simplemente se encoge de hombros y sigue escuchando a la banda.

Ellos son realmente buenos, me gusta como suenan y es imposible no moverse al ritmo de la música, Bradley estuvo a punto de matarme con la mirada porque solo hacerlo.

Cantan unas tres canciones y todos aplauden y unos que otros gritan diciéndoles cosas. Ellos bajan del escenario y recogen sus instrumentos para poner luego el de nosotros. Me levanto para ayudar a los chicos y alguien se acerca a mí, es el chico del colegio, Lucas.

—Hola ¿Cómo estás? —Lo saludo.

—Muy bien ¿ya van a tocar?

—Si.

—Bueno...—sonríe algo nervioso—, suerte.

—Gracias—le sonrió.

Todos los días en el colegio hemos hablado un par de veces y, resulta que está en el equipo de fútbol americano y es el offensive guard. Me invito a un partido; y admito que salte de alegría porque no puedo engañarme, a mí me atrae un poco, aunque quiero conocerlo más, no se sabe si viene con sorpresa.