Capítulo 58.

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LARA.

Decidí que era buena idea pasear a Lover y tomar un café antes de partir a la disquera; sin embargo, un paparazzi me sigue desde hace dos cuadras.

Ayer el baterista nunca llegó, solo nos presentamos y hablamos del álbum, Willa les había enseñado las canciones y ellos me dieron sugerencias de las melodías y acordes.

―¿Por qué no me respondes preciosa? Mira a la cámara. ―El hombre sigue mis pasos muy de cerca.

Nunca había sido acosada en la calle, a veces solo escuchaba silbidos, sonidos perversos o una que otra frase repugnante; y no es que este justificando a las personas que me han hecho esto, sino que nunca pensé, ―muy tonto de mi parte―, que sobrepasarian los limites que había impuesto en mi mente.

Emma una vez me habló que Daniel más de una vez utilizó pelucas y lentes para pasar desapercibido cada vez que la iba a visitar.

Llego a mi apartamento y tan rápido como puedo entro a tropezones, él se queda afuera tomando fotos a través del vidrio.

Lo peor de toda esta situación es que no acabará nunca.

—Mira cómo empezamos, destruyendo a otros con solo un beso... —canto.

—Ok, entonces sería más como... —Ellis toca la guitarra con una suave melodía.

Yo asiento y miro hacia Denver y Melanie asienten hacia mi. En eso Willa entra y me da una seña hacia mi queriendo decir que vaya hacia ella en el pasillo. Cierro la puerta detrás de mí y escucho su suspiro.

—El baterista no va a llegar, lo despedí.

—¿Y no hay otra persona?

Willa asiente, aunque no muy convencida.

—Es una chica, se llama Maya, no tiene muchos trabajos relevantes, está empezando.

—Bueno, algo es algo Willa.

—Escuche la canción —dice luego de un silencio—, es linda, un amor prohibido.

sonrío ante el título que le pone a la canción puesto que Emma dijo exactamente lo mismo cuando se la enseñe.

—Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Willa rie.

—Ah, lo había olvidado, ¿terminaste la canción incompleta?

Tomo un respiro antes de responder.

Realmente todas son frases aleatorias, en un principio no iba a ser una canción, yo solo me estaba desahogando en mi cuaderno.

—No —respondo.

—¿Y qué esperas?

♪♪

—Quiero que el bombo. —Le señaló a Maya la parte de la batería—. Suene más, y despacio.

Ella comienza el repique con el bombo, asiento y le hago una seña a Denver que inicia con el bajo.

—Ok, entonces la canción iniciaría así. —Espero unos breves segundos para cantar—. Lamento que mi color rosa te lastime. No es mi culpa que mi vulnerabilidad te intimide... pasas horas despotricando sobre mi feminidad. Y es gracioso porque no puedes vivir sin ella...

Maya aumenta el ritmo hasta llegar al coro. Todos hemos pasado el día con esta canción, que apenas las chicas la leyeron la amaron.

Sobre la otra canción que aún no termino por el sentimiento de culpa que sentiré al escribirla y cantarla, sin pensar en las consecuencias de los chicos. Willa no ha parado de presionarme respecto a eso.

Because, all I need is you. (All I Need Libro 1).  |EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora