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En la novela original, el baile en honor al cumpleaños del Príncipe Heredero desenlaza el hostigamiento público de Meredith hacia su media hermana.

Y fue culpa de Eret.

Eret, que para este punto, ha comenzado a pensar en Enma con interés romántico, en un impulso, invita a Enma a ser su pareja para el baile, sin considerar, que ya tiene una prometida, que en teoría debería ser su pareja, Meredith, y por supuesto, Enma en su ingenuidad y amabilidad acepta sin considerar que no sería apropiado. Eret lleva a Enma al baile y se olvida por completo de Meredith, que como dicta el deber, espera en una habitación en el Palacio Real a que Eret llegue por ella y así ingresar juntos.

Meredith, que esperó casi cuatro horas desde que empezó la fiesta, se percata que el Príncipe Heredero no vendrá por ella, así que, se apresura a ir al baile para comprobar que nada malo haya pasado, y cuando ve a Eret con Enma, prácticamente enloquece. Intenta llegar a donde están los dos charlando cómodamente con el Emperador y la Emperatriz, sin embargo, en un descuido en su forma apresurada de andar, Meredith se tropieza y empuja a Enma provocando que esta lance la copa que tenía en sus manos en dirección al vestido azulado de Meredith.

A simple vista no se notaba aquella impureza en el vestido, sin embargo, el orgullo de Meredith, que acaba de despertar, hace que comience a maldecir a su hermana, asustando a los presentes y causando que el Emperador la echara del baile.

Desde ese momento, la trama avanza fácilmente. Tanto el Duque como sus hijos culpan a Meredith por su comportamiento inapropiado en el baile, además que el odio de los sirvientes hacia Meredith, se vuelve casi maniático, cuando Enma llorando pide perdón a su media hermana por la noche anterior y ésta la ignora.

Meredith que se siente humillada comienza con actos pequeños a hostigar a Enma y a rogar por la atención de Eret, y este empieza a alejarse y a odiar a Meredith cuando se entera del trato que le da a su hermana que va desde esconder y destruir vestidos, joyas y accesorios hasta secuestrarla para torturarla.

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- "¿Te encuentras indispuesta, hermana? He notado que has estado suspirando todo el tiempo desde que salimos de la academia ¿Requieres que me contacté con el Doctor? Te atenderá de inmediato"

La voz angelical de Enma hace que deje de pensar en la trama que se aproxima.

- "No necesita preocuparse, princesa" - respondo fríamente zanjando la conversación

Enma que parece lista para refutar deja el tema cuando ve a su padre en la entrada de la mansión. Sale corriendo del carruaje para abrazarlo, Cristian y Philip tienen más moderación cuando se acercan, pero igual puedo ver la emoción en sus rostros al saludar a su padre, que con una sonrisa amable habla con sus hijos mientras abraza a Enma.

Es un poco molesto ver el brillo dorado que envuelve esta familia.

- "Señorita Meredith, es un placer volver a verla después de tanto tiempo"- Nela me hace una reverencia mientras toma el abrigo de mis manos y Evan recoge mis maletas del carruaje secundario.

Me siento cansada.

- "Meredith"

- "Duque Bausteros"- digo en reconocimiento

El Duque Bausteros me observa por unos segundos antes de girar y decirle algo a Curtis, el mayordomo principal de la casa, para después desaparecer por la puerta principal, seguido de una confundida Enma y la mirada de preocupación de Cristian y Philip.

No espero más tiempo y me adentro a la casa, ignorando a todos los sirvientes a mi alrededor, solo quiero llegar a mi habitación y dormir un poco.

- "¿Dónde está Cristal?"- pregunto cuando entro a mi habitación y no veo a la pequeña por ningún lado.

La Villana Es Realmente MalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora