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La primera vez que fue consciente del cambio de su padre fue en aquella reunión de la cual fue excluida.

Su padre solía llevarla a todos los lugares con él, sin embargo, esa vez se había marchado sin decir una palabra.

Al principio no fue importante, pero mientras más desplantes se realizaban más evidente era. No solo para ella, sino para las personas a su alrededor.

- "Estela ira en tu lugar"

La mujer apretó el puño y solo dio un leve asentimiento antes de retirarse de la habitación.

Se suponía que ese hombre era su objetivo.

¿Por qué debía dejarlo a su prima cuando fue ella quien pasó meses siguiéndolo y estudiando su comportamiento?

- "Ahora que estás libre podemos ir a aquel restaurante el cual mencionaste hace algunos días"

La mujer le dio una mirada al hombre que entraba a su habitación sin siquiera llamar.

Gabriel se aproximó a ella dejando un beso superficial en sus labios para sentarse a su lado.

- "No es justo"

- "El Gran Señor debe estar preparando algo"- dijo el hombre tomando la mano de la mujer- "El siempre coloca tu seguridad primero, no te preocupes, aun debe estar alterado por los resultados con esa pandilla callejera"

La mujer resopló descartando aquello como si no fuera una razón válida, pero un dolor fantasmal atravesó su abdomen y no pudo evitar estremecerse. Todo había ido bien, había capturado a los hombres que estaban realizando distribución de algunas mercancías sin autorización de su padre en su territorio, hasta que uno de esos bastardos que había estado escondido disparó.

Por suerte la bala no había rozado ningún órgano vital, pero le había costado tres meses de recuperación, en donde su padre junto con Gabriel había cambiado su actitud de una manera bastante notable.

- "No quiero"

Aun sabiendo que sonaba infantil la mujer se arrojó en la cama y le dio la espalda al hombre.

Un suspiro se escuchó antes de que el hombre se acomodará junto con ella.

- "Entonces descansaremos aquí"- murmuró el hombre acercándola a su pecho- "Hace mucho que no tenemos una tarde tranquila, señorita"

- "Pizza"

- "Habrá pizza"

- "Vino"

- "Llamaré a uno de los empleados para traerlo de la cocina"

- "Toda la noche"

- "Mi intención nunca fue marcharme"

La mujer dejó salir una sonrisa.

Esa noche la mujer pudo descansar perfectamente en los brazos de su amante.

No obstante, los días no cambiaron como pensó.

Su padre comenzó a ignorarla y sus salidas al exterior fueron restringidas severamente. Los informes o detalles fueron excluidos en su presencia y a penas lograba participar en algunas cosas específicas.

No comprendía porque las cosas habían dando un giro tan inesperado hasta que uno de los socios de su padre la convocó en privado.

- "Haré como que no escuché aquello"- dijo levantándose del lugar con un gran malestar y enojo ¿Cómo era posible que considerarán realizar algo así?

- "No soy el único que lo piensa esto, querida"- continuó el hombre- "No negamos la gestión tu padre realizó a través de los años, pero es hora de que alguien más esté al frente en estos momentos"

La Villana Es Realmente MalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora