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- "Lamentamos haber llamado a la Santa tan apresuradamente, pero creemos en estos momentos que es la única persona que puede hacer algo, la situación se ha complicado en las últimas horas"

- "Haré lo que esté en mi poder"

Las palabras parecen satisfacer al médico real que me da una mirada aprobatoria mientras camina a toda prisa.

A mi lado Frederick me da una mirada antes comenzar a preguntar.

- "¿Hace cuanto la Emperatriz empezó con los ataques?"

- "Desde ayer en la noche, la sirvienta que debía darle sus calmantes tuvo un retraso y cuando fue a la habitación de la Emperatriz había enloquecido, intentamos calmarla pero no hay respuesta, tuve que solicitar al Emperador que me permitiera llamarlos. Como se imaginan, esto es un caso confidencial, que solo las criadas más cercanas a la Emperatriz, El Emperador, el Príncipe Heredero y yo conocemos. Inclusive la princesa Ginette es ajena a lo que sucede"

Aun después de escuchar lo que sufre la Emperatriz me cuesta creerlo. La versión que dio la familia Real para excusar la ausencia de la Emperatriz fue que se había ido a otro Imperio en una visita política. Tan apartado de la realidad

Demencia.

- "La Emperatriz ha perdido su cordura desde principios de la guerra ¿verdad?"

- "Fue de un momento a otro, my Lord. Según su criada personal, una tarde el Emperador junto con su hijo y un invitado tomaron el té y por la noche la Emperatriz había comenzado con comportamientos agresivos y extraños. El Emperador ordenó trasladar a la Emperatriz a un aposento apartado para que recibiera tratamiento, pero hasta el momento, la única solución para que la Emperatriz no se haga daño ni lastime a los demás es tenerla sedada"

El médico real se calla al momento en que aparece a la vista Lord Eret en el borde de la puerta de su madre con una mirada preocupada.

Gritos frenéticos se escuchan al igual que objetos estrellándose.

Miro a Frederick el cual solo asiente entendiendo mis intenciones antes de correr hacia la habitación.

Lord Eret nos mira sorprendido pero no dura mucho antes de que un reloj se estrelle contra la pared cerca de donde está parado.

La escena es peor de lo que había imaginado. La Emperatriz se encuentra rodeada por criadas que esquivan los objetos que son lanzados, la mitad de una taza se encuentra incrustada en su mano mientras la sangre de su palma se desparrama por el suelo. Los gritos y balbuceos que da le dan un aspecto algo asqueroso.

- "Devuélvelo...Devuélvelo..."- exclama mientras toma una de los candelabros para arrojarla a una sirviente que no es lo suficientemente rápida para apartarse, terminado con un corte en su frente

- "¿Puede arreglarlo?"

Es la primera vez que escucho la voz de Lord Eret de esa manera. Aun si no hay lágrimas en sus ojos puede ver cómo su corazón se está rompiendo a pedazos al ver a su madre en ese estado.

Cómo se siente impotente.

Miro en dirección de la Emperatriz que esta vez se ha despojado de sus vestimentas para comenzar a danzar delicadamente mientras repite las mismas palabras de antes 'Devuélvelo .... Devuélvelo'

- "¡Fuera!"

El comando de Eret hace que las 4 criadas salgan de la habitación dejando solo a Lord Eret, Frederick, al médico real y a mi dentro.

Aun en estas circunstancias, la Emperatriz es verdaderamente impresionante. Su baile es hermoso, perfecto y elegante.

Noto lágrimas recorriendo su mejilla con una expresión de nostalgia que logra conmoverme.

La Villana Es Realmente MalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora