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5 años después…

«¿Volverás?». Taehyung recordaba perfectamente el momento en el que Jungkook se lo había preguntado, del mismo modo que no olvidaba el irritante tono de indiferencia que había utilizado.

Estaba bajo el sol en la playa, apurando los últimos rayos que le tostarían la piel hasta el año siguiente, cuando la proyección de la sombra del chico lo cubrió. Abrió un ojo, luego el otro y se encontró con su silueta a contraluz. Una figura de piernas largas, cintura estrecha y espalda ancha. El pelinegro había dejado a sus amigos jugando en la orilla para acercarse. Estaba mojado y tenía arena adherida al cuerpo, fruto de los revolcones que se había dado al tirarse contra las olas si hacía falta con tal de no fallar.

Jeon Jungkook no perdía. Nunca.

Normalmente, Jungkook habría meneado la cabeza para mojarlo con las gotas que salían disparadas de su cabello desordenado, pero, en lugar de atender a las normas establecidas, insistió.

—¿Volverás?

—Siempre vuelvo en verano.

Taehyung se sentó en la toalla con la vista fija en el mar. Jungkook se dejó caer a su lado mirando al frente. Sus brazos se rozaron accidentalmente.

Por supuesto, los dos actuaron como si la proximidad no les afectara.

Por supuesto, ninguno se movió.

—¿Por qué no antes?

—¿Para qué?

—Jimin te tomó cariño…

—Y…

—Llevas un mes torturándonos con tus quejas del calor, quizás con el frío eres menos insoportable.

—¿Es tu mejor excusa, Jungkook?

—¿Acaso existe otra razón, Taehyung?

Sus ojos tropezaron casi sin pretenderlo. A Taehyung no le pasó desapercibido un brillo desconocido en su intensa mirada oscura. Jungkook se quedó ensimismado con el suspiro que se le escapaba al chico de los ojos cafés sin darse cuenta.

Si hubieran llevado dos copas de más, se habrían besado para rendirse al instinto y no pensar en cuentas atrás, finales y… Para no pensar.

—Volveré antes si reconoces que te mueres de ganas de que lo haga —jugó Taehyung.

—Lo reconoceré si tú admites lo mucho que me vas a extrañar en Seúl.

Ambos eran conscientes de que se movían en un terreno nuevo y peligroso. También atrayente e irremediable. Podrían haberlo detenido o, al menos, hacer un intento. Solo tenían que unirse al resto de sus amigos y… Los dedos de ambos serpentearon sobre la toalla, se rozaron y se movieron con un baile de caricias más suave del que estaban acostumbrados.

—Vendrás —La voz de Jungkook sonó ronca.

—¿Por qué? —La de Taehyung se ahogó al tragar saliva.

—Porque todo un otoño sin besarte puede volverme loco. ¿Te sirve eso?

Taehyung se estremeció y venció al miedo que le provocaba esa sensación tan desconocida con una promesa.

—Volveré, Jungkook. Te lo juro.

Lo pronunció con seguridad. Convencido. Jungkook le creyó.

Y allí estaba, solo que había pasado más tiempo del previsto desde aquella tarde que no conseguía olvidar por más que había intentado desterrarla de su mente.

Fiel a su palabra, volvía en otoño.

Podría haber pospuesto el encuentro, ganas no le faltaban. Sin embargo, obedeció a su ADN, a su esencia, que le hacía enfrentarse a los problemas rápido y de cara.

Caía una suave lluvia sobre Gwangyang cuando bajó del coche. Se cubrió con la capucha del abrigo, fue directo a la puerta de la casa de Jungkook, levantó el puño y, sin más, golpeó la madera. Por una parte, deseaba que no estuviera, pero, cuando escuchó movimiento al otro lado, se cuadró y se preparó para… para volver a verlo.

Trató con todas sus fuerzas de mantener un gesto neutro cuando él abrió y se obligó a no sentir, sobre todo eso. Más cuando se encontró con la realidad del rostro que inventaba en los momentos de debilidad. Jungkook había dejado de ser un niño para transformarse en un hombre. Llevaba el cabello negro un poco más largo e igual de alborotado y en sus ojos oscurecidos distinguió una dureza desconocida.

—¿Taehyung? —Parpadeó. Fue el único instante en el que flaqueó. Después se convirtió en un ser impenetrable.

—Tenemos que hablar.

Jungkook lo miró de arriba abajo sin mutar la expresión y le dedicó una sonrisa ancha y fría. Tan helada que la sintió en los huesos.

—Llegas cinco años tarde —dijo para, acto seguido, cerrarle la puerta en la cara.











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:)

❀ Harumi ❀

That Summer ❀ KooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora