Capítulo 22

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No volví a saber de Carsten y me enfoqué en mi trabajo por el resto del día, le envié un recado por medio de Louisa para decirle que de verdad debí escoltar a la duquesa Astrid para la fiesta de su prima.

Para la fiesta, dejé que Louisa arreglara mi cabello y juraba que hacía maravillas con sus manos porque me dejó el cabello precioso y colocó hermosos detalles entre mi cabello que me hacían sentir hermosa, el maquillaje fue sofisticado, pero sin duda elegante y el vestido, al final me decidí por un vestido de color amarillo, largo con un corte V, la reina Amelia me había dicho que el amarillo era la mejor opción.

—Te ves muy hermosa Blair —me dijo Louisa cuando terminó de darme los últimos toques, sonrió al ver cómo había quedado—. Seguro vas a cautivar a muchos en la fiesta.

—¿Lo crees? —Mi voz sonó dudosa.

—¡Sí! —Exclamó con emoción—. Estoy muy segura de ello, eres muy hermosa y dejarás a muchos duques y quizás príncipes babeando.

Me sonrojé al tiempo que sonreí por ello.

—Muchas gracias, Louisa. Tú has contribuido a que me vea bien, sin duda.

—No tienes qué agradecerme, es mi trabajo y me encanta.

—Lo puedo ver —le dije con honestidad—. Y haces un excelente trabajo, nunca he tenido una doncella en mi vida, eres la primera pero puedo decir que la mejor.

—Ay, Blair, eres muy dulce.

Louisa me dio un abrazo que acepté de inmediato, al separarse comprobó que luciera bien de nuevo y después fue a buscar a Connan para decirle que ya estaba lista para ser escoltada a donde sería la fiesta.

***

Cómo no era parte de la familia real, me ahorré la caminata que hicieron la mayoría de la realeza y entré a la fiesta una hora después.

La fiesta comenzó, me merodeé por el palacio, era mucho más chico que el palacio de Carsten pero era igual de hermoso.

—Hola —me saludó alguien a mis espaldas. Me encontraba en el balcón contemplando la vista de los jardines, le ofrecí una sonrisa al ver al hombre y esperar que se acercara hasta colocarse a mi lado.

—Hola —saludé de vuelta.

—¿Eres amiga de la duquesa? —Preguntó el chico en un tono serio y oprimí una mueca antes de negar.

—No la conozco. —El chico arqueó las cejas y sentí la necesidad de explicarme—. Alguien más me ha invitado.

—Entonces, ¿eres un acompañante de alguien? —observó a nuestro alrededor aunque las personas se encontraban muy alejadas.

Negué lentamente.

—He venido por mi cuenta.

—Ya veo —dijo con un leve asentimiento—. Te han invitado pero has venido por tu cuenta —concluyó para si mismo.

No sé si estaba pensando en que lo tomaba del pelo pero era la verdad, estaba allí por mi cuenta porque la reina Amelia me había invitado, no era la acompañante de nadie, sin embargo, quise omitir esa parte de que la anterior reina me había invitado.

Cuando no hubo ningún comentario de mi parte, el chico extendió una mano en mi dirección.

—Soy Camden —se presentó, observé su mano por aproximadamente un minuto antes de atreverme a estrecharla.

—Blair.

Me limité a decirle y él me ofreció su mejor sonrisa.

—Me gusta.

Si la corona te quedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora