Capítulo 55

6.8K 591 154
                                    

Connan estaba esperándome junto a la puerta tal como había dicho, compartimos una vaga mirada antes de que me escoltara de nuevo a mi habitación, el trayecto fue silencioso, aunque Connan y yo de vez en cuando manteníamos una conversación en los pasillos, me había percatado de que él siempre era cauteloso con sus palabras, se cuidaba de lo que decía, quizás tenía razón con lo que una vez me había dicho, las paredes aquí tenían oídos y eso no podía ser favorable.

─¿Se encuentra bien, señorita?

─Por favor, ya he dejado muchas veces que prefiero que me tutees y me llames Blair, Connan ─dije cuando estuvimos a solas en mi alcoba, él suspiro.

─¿Te encuentras bien, Blair? ─dejó todas las formalidades a un lado, vi la preocupación en su mirada y sentí que no había necesidad de negar mi desconcierto, mi miedo, mi inseguridad, Connan abrió las manos para invitarme a un abrazo que no dudé en tomar.

Me alejé de él tiempo más tarde y retiré con brusquedad las lágrimas de mis ojos, estaba demasiado sensible.

─Volveré a casa ─murmuré, no me sentí muy bien al decirlo en voz alta─. Después de que el príncipe anuncie su compromiso con la duquesa, pero...

Hice una breve pausa, ¿qué pasaría? La duquesa de Ringsted había sido testigo de lo que pasó entre Carsten y yo.

─¿Crees que la duquesa no lo aceptará?

Asentí con como respuesta y él asintió.

─Para ser sincero contigo, la duquesa de Ringsted quizás es hermosa pero no me parece un buen partido para el príncipe.

Encontré un poquito gracioso su comentario.

─¿Puedo preguntar por qué?

─Demasiado perfecta para ser real, entre nosotros, el príncipe una vez me confesó que la duquesa le parecía aburrida.

─¿En serio?

Había asombro en mi rostro.

─Sí, aunque eso no fue lo único que confesó de ella.

─¿Qué más dijo?

─Bueno, él cree que ha venido aquí por la corona en vez de su mano.

─Suena extraño ─me reí un poco de la confesión─. ¿Él realmente puede darse cuenta de ello?

─Aunque no le parezca, es un hombre muy listo.

─Oh créeme que lo sé, es bastante inteligente, solo que suele mostrarse indiferente.

─Tendrá sus motivos ─el mayordomo se encogió de hombros─. Pero eso no quita que el príncipe sepa que es lo que busca, escucha, he pasado toda mi vida sirviendo a la familia real, conocí lo suficiente a Edmond y Carsten, me atrevo a decir que veo a este último como a mi propio hijo y sé que no la ha tenido fácil. No es fácil tratar de convertirse en el hombre que todos quieren que sea cuando detesta esa versión que los demás quieren, aun así, busca complacerlos, hace sacrificios para proteger a otros.

─¿Cómo lo ha hecho con su sobrino? ─tuve el valor de mencionarlo, Connan tragó con fuerza y asintió levemente.

─Así es.

─Y supongo que esto ─hice un gesto a la habitación─. Lo que pasó entre nosotros a complicado las cosas para él, ¿no?

─Sin dudarlo, aunque las cosas ya eran más complicadas de lo que parece.

***

Connan y yo no conversamos por mucho tiempo ya que debía irse, tampoco transcurrió mucho tiempo para cuando Louisa volvió a aparecer, lo primero que hizo al verme fue darme un abrazo y supuse que estaba al tanto de la situación, los rumores volaban en oídos de todos los del palacio.

Si la corona te quedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora