Capítulo 44

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Estaba segura de que a Carsten se le pasaría la idea de echar a la duquesa Thea, sin embargo, el príncipe no olvidaba nada, si tenía algo en mente, se esmeraba por conseguir lo que quería, la segunda cita que tuvieron, dejó en claro a la duquesa que él no estaba interesado en ella, no tenía idea de cómo lo conseguía, pero hizo que ella por su cuenta decidiera marcharse, lo que nos reducía a dos duquesas.

Golpeé la puerta del príncipe con fuerza e insistencia hasta que esta se abrió, no me esperé a una invitación de su parte, simplemente entré a la habitación, escuché la puerta cerrarse y me giré para enfrentarlo.

─¡¿Qué es lo que sucede contigo?!

Solté molesta. Carsten lucía un impecable traje de color azul, corbata roja y su cabello estaba perfectamente engominado, daba la impresión de que saldría.

Si iba a llegar tarde o no, no me importaba, había otras prioridades.

─¿Perdón?

─¡No finjas que no sabes! ─exclamé aun molesta─. ¡Arruinas todo! ¿Qué te pasa?

Quizás él no lo veía de ese modo, pero no lo entendía, no entendía nada de sus juegos y lo que sea que planeaba para deshacerse de las duquesas, sí, había dicho que él no quería esto, no quería encontrar a alguien así, pero necesitaba a alguien.

─Intenta calmarte. ─Habló sereno, me reí.

─¿Qué me calme? ¿Eso es lo único que tienes para decirme? ¿Qué intente calmarme? ─Hablé y di un paso hacia él─. No me calmaré y tampoco me iré de aquí hasta que me des una explicación, ¿Por qué echaste a la duquesa?

Solté de una vez y Carsten apretó los labios con fuerza.

─¿Es eso a lo que has venido?

─Dime, ¿Tengo otro motivo para venir a tu habitación?

Su mirada estaba fija en mí, me observó por un tiempo antes de hablar nuevamente.

─No es de importancia, Blair.

─¿Cómo qué no es de importancia? ─me quejé─. Dime, ¿eso es lo que piensas hacer? ¿Echar a todas nomás por qué si?

─No las echo nomas por que sí.

Se defendió al tiempo que negó.

─Pues a mi me parece que lo haces ─me llevé las manos a mis caderas.

─No lo entiendes ─negó para sí mismo y guardó silencio, yo seguía un poco alterada intentando de controlar todos mis pensamientos negativos hacía él.

─Sabes que podría hacerlo si te tomaras la delicadeza de explicármelo pero por supuesto, nunca quieres hacerlo, solo evades y evades cada una de las cosas que digo ─comencé a quejarme y me acerqué lo suficiente a él como para darle un empujoncito en su pecho.

Por la forma en que su mirada se escureció, dio a entender que no le gustaba que le echaran las cosas en cara tal como lo estaba haciendo. Un bufido salió de él, maldijo algo que no fue entendible para mí y se apartó un poco.

─No tocaré el tema ─habló con seriedad y de nuevo lo vi negar─. No insistas y será mejor que te vayas de mi habitación, tengo una reunión importante en la corte real, no puedo ver estos asuntos ahora.

Abrí mi boca para protestar, pero la mirada que me dio me dijo que de verdad debía irme. No dije nada, apreté los labios y solo asentí antes de salir, Carsten salió al tiempo que yo de su habitación, los dos caminamos por los pasillos juntos en silencio, se sentía un silencio incomodo a nuestro alrededor, pero ninguno de los dos quería romperlo.

Si la corona te quedaWhere stories live. Discover now