Si la corona te queda

Capítulo 53

Louisa había confeccionado un hermoso vestido de diferentes tonalidades de morado y lila, tenía un corte V, era un tanto espumoso y simplemente elegante y hermoso, hacía resaltar mi piel y el hermoso y sofisticado maquillaje que ella había hecho además de mi peinado me hicieron sentir como si fuera una princesa.

─Oh Blair... ─Dijo cuando se paró a mi lado frente al espejo─. Te ves más que hermosa.

─Gracias ─me sonrojé con su cumplido─. Es hermoso, has hecho un trabajo espectacular.

Le agradecí de corazón, realmente se había lucido con el vestido.

─No tienes que agradecerme, te queda divino y estoy feliz de haberlo hecho para ti.

─Gracias.

Dije y le di un abrazo sin pensar.

─Seguro que dejarás a muchos impactados, en especial al príncipe.

Su comentario me hizo un poco de gracia. Estaba por decirle algo, pero en ese momento, Connan llamó a la puerta.

─Hola Connan, ¿puedo ayudarte en algo?

─Blair, vaya, luces espectacular ─dijo y me ruboricé.

─Gracias ─acaricié con delicadeza la fina tela del vestido─. Louisa hizo un trabajo maravilloso.

Había que darle créditos a mi doncella por hacer que luciera a la par de la realeza, porque al verme al espejo, me había pasado por la cabeza la idea de que podía parecer una princesa por muy extraño que sonara. Aquello me hizo pensar en Carsten y la sonrisa en mis labios se borró.

─Sin duda lo hizo ─halagó a su compañera con una dulce y sincera sonrisa─. He venido aquí para leerte un poco el nuevo protocolo de hoy, al parecer se han hecho unos ligeros ajustes.

─¿Ligeros ajustes? ─elevé mis cejas y él asintió.

─A petición de la reina y de los acontecimientos de la corte real.

Ya había demasiados rumores sobre la corte durante nuestra discusión, los empleados cotilleaban sobre ello en la cocina y yo me mostraba curiosa al escuchar todos esos rumores, sin embargo, Carsten era el único que podía desmentirlos y yo no iba a hablar con él sobre ello, no después de nuestra discusión.

─¿Cómo va la situación con la corte real?

Le pregunté a Connan en confianza y el suspiro pesado que soltó me dejó a entender que no iba bien.

─Es complicado, el príncipe no tiene mucho tiempo.

─¿Para qué?

─Para... ya sabes ─se encogió de hombros restándole un poco de importancia─. Edmond dejó las cosas complicadas en la corte real.

─Pues no sé mucho de ello, todo me parece nuevo y las noticias locales solo consiguen confundirme a mí e imaginó que al resto de los ciudadanos también.

─Así es ─se mostró cabizbajo, podía ver el gran afecto que le tenía al príncipe─. Todo es complicado para todos, supongo, si los rumores son ciertos... ya será decisión de los reyes o el mismo príncipe.

─¿Cuáles rumores? ─Está vez fue Louisa quien se atrevió a preguntar, Connan apretó los labios en una mueca.

─Sobre Serafina y el supuesto hijo que tuvo con Edmond ─respondió por fin y mi doncella y yo compartimos una mirada de asombro.

─¿Crees que son reales?

─No lo sé, solo el príncipe puede responder a ello y tal vez los reyes.