Capítulo 25

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No encontraba el momento adecuado para ir a hablar con la duquesa Hellen, incluso me salté el desayuno porque tenía un nudo grande en el estómago que no tenía apetito. Me quedé en mi dormitorio por un par de horas con la excusa de terminar algunos informas que en parte no era mentira, tenía que informarle a Miriam sobre las duquesas que prácticamente estaban descartadas, sin embargo, no podía dejar de darle vueltas al asunto y terminé dejando mi trabajo a un lado y comencé a caminar de un lado a otro por la habitación hasta que me armé de valor suficiente para salir e ir a buscar a la duquesa Hellen.

No era posible que habláramos en otro lugar que no fuera su habitación o la mía, a pesar de que la mayoría de las habitaciones en el palacio estaban solas, me daba la impresión de que cualquier cosa que se hablara podría llegarles a los reyes. No quería tener problemas.

Después de dar un par de vueltas por el pasillo insegura de qué puerta tomar, me detuve en seco cuando vi pasar a una doncella.

─Señorita Peterson ─dijo haciendo una reverencia frente a mí.

─Hola.

La saludé e hice una reverencia a la vez como ella, cosa que la hizo fruncir el ceño.

─¿Puedo ayudarla en algo señorita Peterson? ─la chica observó el pasillo para comprobar que solo éramos ella y yo. Me pasé una mano por el cabello para alisarlo un poco.

─Sí. Estoy buscando la habitación de la duquesa Hellen, ¿sabes cuál es?

Ella asintió amablemente.

─Es la penúltima habitación, señorita.

─Gracias.

Dije y ella se despidió de nuevo con una reverencia. Caminé hacia la habitación y me detuve frente a la puerta, contemplándola por unos largos segundos, me sentí insegura de si llamar o no pero después de tomar una respiración profunda y dejarla caer pesadamente, decidí tocar.

La puerta fue abierta por una doncella, quien me dio una cálida sonrisa y una reverencia. Me sentía un poco cohibida que hicieran reverencias ante mí teniendo en cuenta que yo no poseía ningún titulo para que mereciera una.

─Hola, estoy buscando a la duquesa.

Dije sin más y jugué con mis manos nerviosamente, la chica asintió y entrecerró la puerta cuando se alejó. Minutos después volvió.

─Pase, señorita.

Se hizo a un lado y entré a la habitación, me sentí nerviosa en cuanto vi a la duquesa acercarse, lucía impecable.

Su cabello estaba perfectamente recogido en un chongo bajo, su maquillaje era sofisticado, pero hacían relucir sus ojos marrones y su piel bronceada. Era muy bonita.

─Du...

─Su excelencia ─dijo con voz amable y seria a la vez, fruncí un poco el ceño sin entender a qué se refería, de inmediato me ofreció una sonrisa antes de volver a hablar─. Es el título para cualquiera que sea duque o duquesa.

─Oh.

Murmuré con sorpresa porque no esperaba que me pidiera llamarla por su título, no sé si fue la mención de ello, pero sentí que una vibra pesada se acumulaba en la habitación, me sentí ajena al lugar y deseé que estuviéramos en otra habitación que no fuera suya.

─Quería hablar con usted, su excelencia.

─También yo.

El tono de voz que Hellen usaba era muy diferente al que había escuchado antes, se mostraba más seria de lo habitual.

Si la corona te quedaWhere stories live. Discover now