Capítulo 48

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Me encontré con Carsten en la cocina tal como habíamos acordado, afortunadamente no había nadie allí que nos viera irnos juntos, como caballeroso que era, abrió la puerta del copiloto para mí cuando nos encontramos frente a su auto, me colocó el cinturón de seguridad y él enciende el auto para comenzar a conducir por la autopista en dirección a la iglesia donde se encontraba su hermano.

Tardamos aproximadamente veinte minutos em llegar, hacía frío, me abracé a mi misma una vez que estuvimos fuera del auto, seguí al príncipe hacia la entrada, un sacerdote que vestía completamente de negro nos ofreció a ambos una amigable sonrisa y después inclinó la cabeza un poco como saludo cordial al príncipe.

─Alteza.

─Padre Adler ─saludó Carsten con una media sonrisa─. ¿Cómo está?

─Muy bien, alteza. Esperaba su visita.

Respondió como si fuera habitual del príncipe presentarse en estos lados, imaginé que en sus tiempos libres o cuando le apetecía se pasaba por aquí a meditar o hablar. Algunas personas de cierto modo encuentran consuelo al venir a hablar con aquellos que perdieron, tranquiliza un poco el alma y hace sentir que están cerca.

─Espero que no sea un inconveniente que estemos aquí un poco tarde, estaba ocupada con los deberes y...

─No se preocupe de ello, alteza ─lo interrumpió con una dulce y sincera sonrisa─. Las puertas de la iglesia siempre estarán abiertas para usted y quien sea que traiga de compañía, son bienvenidos.

Le sonreí por la amabilidad que desprendía, el padre nos invitó a entrar a la iglesia, Carsten le preguntó acerca de cómo estaba yendo la construcción que la iglesia había comenzado hace poco, le preguntó sobre las necesidades que existían en ella y el padre le aseguró que el proyecto iba avanzando bien y no necesitaban nada por el momento. Después de conversar un poco, el sacerdote nos dejó solos a los dos.

Avanzamos hacia una pared llena de nichos, todos tenían el mismo tono plateado, sin embargo, todas se distinguían por el nombre escrito en ellos.

─Son todos miembros importantes de la realeza ─decidió explicarme cuando me vio contemplar con curiosidad los nombres que leía─. Desde algunos reyes, duques, condes y más. Está es una de las iglesias más frecuentadas por los miembros de la realeza, aquí se han coronado a muchos reyes desde tiempos antiguos y no solo eso, también se han presenciado bodas importantes, como la de mis padres.

─Wow, eso es interesante ─y de verdad lo era, la iglesia era enorme y bella, los enormes ventanales tallaban la historia de Jesucristo, la virgen, los apóstoles y más, además de que podía distinguir a algunos santos.

─Sí, en el pasado, convertirse al catolicismo significaba a veces perder el estatus en la sociedad de algunos reinos y aunque se nos permite escoger nuestra propia religión, la mayoría de los miembros de la realeza hemos seguido en esta doctrina considerándola una de las más importantes para la realeza.

─Parece que hay mucha historia por aquí.

─Definitivamente la hay.

Dijo observando todos los nichos. Nos quedamos en silencio por un tiempo, el aire a nuestro alrededor era sereno, sin embargo, al mirar a Carsten noté que tenía el entrecejo un tanto fruncido.

─¿Estás bien? ─Le pregunté al sentirlo abrumado. Tomó una profunda respiración y se llevó las manos a los bolsillos de su pantalón antes de responderme.

─No lo sé, por lo general suelo venir aquí solo.

No hacía falta más explicaciones, comprendía que venir aquí era algo íntimo y especial.

Si la corona te quedaWhere stories live. Discover now