Capítulo 39

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Por el resto de la tarde, me concentré en planear una salida con la duquesa Thea tal como lo había sugerido la reina, su idea era que ella y el príncipe pasaran tiempo a solas un día antes del evento al que los dos asistirían, según la reina, eso haría que los dos tuvieran un poco más de confianza porque pasarían todo el evento juntos.

Como mi imaginación no daba para muchos y ya me había quedado claro que el príncipe no era alguien que buscaba lo ostentoso, sino que era alguien más sencillo, planeé que los dos pasaran un rato antes de la cena en el jardín. No tenía ganas de ver al príncipe y tampoco a la duquesa porque mis ánimos seguían bajos así que les escribí una nota y le pedí a Louisa que se las hiciera llegar en cuanto antes y veinte minutos después, recibí respuesta de la duquesa quien me agradecía en organizarle un par de minutos con Carsten, pero no tuve ninguna respuesta de él.

Debo decir que me encontré sintiéndome nerviosa por el hecho de no tener una respuesta de su parte, dada la manera en que la cita con la duquesa pasada fue un desastre y ella terminó odiándolo no solo a él sino al reino entero por su culpa, esperaba que Carsten no echara las cosas a perder.

─Dios, estás muy ansiosa.

Dijo Louisa cuando me veía morderme las uñas y caminar de un lado a otro, le había pedido que viniera a mi habitación a hacerme compañía, pero no había conseguido hablar de un tema en especifico con ella todo por culpa de mi nerviosismo.

─No puedo evitarlo, es solo que... ─suspiré─. Carsten podría arruinar las cosas y siento que la reina se enfadaría por ello.

─Bueno, lamento decirte que es muy probable ─dijo intentando contener una risita─. El príncipe puede ser complicado, aunque creo que ya te has dado cuenta.

─Demasiado complicado diría yo.

─Así que, ¿tú miedo es que las cosas no salgan bien? ─Se atrevió a preguntarme arqueando las cejas, no sé por qué parecía dudarlo. Asentí frenéticamente.

─¿Qué otra cosa me preocuparía?

Louisa intentó ocultarme su sonrisa.

─No lo sé ─se encogió de hombros─. A mi me parece que hay algo más.

─¿Cómo qué?

Le pregunté arqueando las cejas.

─Bueno, tu nerviosismo es muy diferente a las de otras veces, estás como.... Inquieta, desesperada.

─Solo quiero que todo salga bien, eso es todo. ─Me apresuré a aclararle pero sentí que Louisa no se tragaba por completo eso─. Lo más probable es que no haya asistido.

─Sobre eso... ─habló haciendo una ligera pausa─. Escuché a uno de los mayordomos que suele servirle, decir que estaba preparándose para una reunión de último momento y que después iría a buscar a la duquesa.

─¿Estás segura que escuchaste eso?

─Muy segura ─afirmó asintiendo y me llevé la mano a la boca para comenzar a morderme las uñas de nuevo, ya había dejado de moverme de un lado a otro─. ¿No deseas que te traiga té?

─Estoy bien así, gracias ─me apresuré a decirle y asintió levemente─. Lo más probable es que esté mintiendo al respecto y haga caso omiso de mi nota y decida no verla, la reina se enojará por eso.

Comencé a quejarme nuevamente, ya hasta me estaba comenzando a doler el estomago por culpa de mi nerviosismo.

─¿Por qué no lo compruebas por ti misma? Podrías escribirle de nuevo.

Sugirió y negué inmediatamente.

─Me ignorará.

Dije con seguridad y Louisa rio un poco.

Si la corona te quedaWhere stories live. Discover now