Si la corona te queda

Capítulo 34

Sabía que estaba mal, que entregarle una parte de mí a Carsten dejaba las cosas en una posición más complicada de lo que me gustaría. Me quedé un rato tumbada sobre la cama, Carsten estaba dándome la espalda, era un poco bronceada y ancha, su cuerpo descansaba plácidamente sobre la cama, una pequeña mueca se posó en mi boca en un intento de media sonrisa.

Escuché un gruñido proveniente de él y su cuerpo se movió para quedar boca arriba, lo observé estirarse y después voltearse hacia mí.

─Buenos días ─dijo en ingles con un acento alemán muy marcado.

─Buenos días repetí. Mi voz sonó somnoliente aún.

─¿Dormiste bien?

Asentí.

─¿Tú?

─También.

Se formuló un silencio entre los dos, me gustaría decir que no fue incómodo, pero terminó siéndolo de algún modo. Apreté los labios.

─Deberíamos de... ─dejé las palabras a medias porque no me sentí segura de decirlas por completo. Aunque era algo incómodo, me gustaba este momento, este lugar, el recuerdo de lo de anoche─. Irnos pronto.

Comenté y vi que él apretó los labios.

─Claro ─murmuró y se volteó para mirar al techo. Contemplé su perfil por unos largos segundos hasta que habló después de un suspiro pesado─. Es complicado, ¿no te parece?

Se atrevió a preguntarme.

Me hubiera gustado evadir el tema, era lo mejor, sin embargo, también tenía que hacerle frente.

─Debemos olvidar lo que pasó.

─Ese será un problema ─agregó de inmediato─. ¿Qué si no quiero olvidar lo que pasó?

Dios, yo tampoco quería olvidarlo, quería conservarlo en mi memoria por un tiempo.

─No lo sé. Lo mejor es que ambos lo hagamos, ¿no crees?

Carsten me dio una mirada y no dijo nada, se quedó contemplándome por unos segundos.

Lucía pensativo, como si muchas cosas estuvieran vagando por su cabeza y no tuviera forma de aclarar sus pensamientos.

─Blair.

─Carsten, es lo mejor para los dos ─me apresuré a hablar─. Nosotros... esto no puede repetirse y lo sabes.

─Lo sé. ─Bufó al tiempo que negó─. Pero no es para nada sencillo, tienes que saberlo.

Tampoco era sencillo para mí y estaba segura que no lo sería ni los siguientes días.

─Nadie puede enterarse, ponemos... ponemos muchas cosas en riesgo y yo, yo necesito el trabajo.

Le supliqué con la mirada.

Tal vez él no tenía idea de lo importante que era para mi trabajo como casamentera, perderlo sería como el fin del mundo para mí, era mi trabajo y había arriesgado todo por este puesto.

─No voy a hacer que te corran, Blair.

─No pero si alguien se enterará ─suspiré. Carsten no tenía la menor idea de que la duquesa de Esbjerg tenía una fotografía de nosotros, no se lo había dicho y tampoco me sentía segura de hacerlo, si lo hacía, la duquesa revelaría esa fotografía y nos perjudicaría a ambos─. Hay mucho que perder para ambos.

─Soy consciente de ello.

─Además, tarde o temprano tendrás que elegir entre esas duquesas.

Se cubrió el rostro con ambas manos un poco enfadado.