Bienvenido a Leffitsing ¦KatsuDeku¦

Capítulo 26

Bakugou le mira por el rabillo del ojo a la vez que continúa. —No pienso dejar que escapes, sé muy bien el tipo de sabandija que eres. —susurra a la vez que sonríe campante. —Si todo sale bien, hoy me podré deshacer por fin de las dos malditas sanguijuelas molestas. —añade.

Y en el carrito de jugos el joven demonio sale. — ¿Pedido 1? ¿Pedido 2? —inquiere asomando su cabecilla de cabellos azulados. — ¡JUGO CON EXTRA DULCE DE LIBIA! ¡SANGRE DE LIBIA! —vuelve a repetir al instante en que deposita ambos líquidos sobre el mesón, mientras su rostro se transforma en decepción. — ¿Quizá se fueron porque he tardado mucho en preparar el jugo y la sangre de Libia? Pero los hice con mucha dedicación...

────┈┈┈┄┄╌╌╌╌┄┄┈┈┈────

Conjuro de sellado

Se había divertido lo suficiente durante el desastre ocurrido hace semanas atrás en el territorio licantropo. Lo suficiente para reírse en la cara de las diferentes razas que le buscaban sin parar, vampiros, sombras, algunos demonios e inclusive, Bakugou Katsuki.

El líder del clan de los lobos era quien más pasión había depositado en su búsqueda, era por eso que se había convertido en su favorito.
Le veía seguir sus pistas con gran esfuerzo y aunque a veces, había estado inclusive frente a él, no le había podido detectar.

Era como un cachorro buscando al cazador.

—Es porque los volcánicos somos superiores a todas las razas que habitan aquí. —susurra Dabi envuelto en la oscuridad mientras enciende el cigarrillo, apoyado en la pared. —Nuestras habilidades y poderes son dignos del trono, es por eso que hemos regresado. —agrega mientras inhala y exhala humo azul, a sabiendas que más allá está Bakugou peleando con quien sabe quien.

Escucha los gritos, escucha las amenazas, escucha el cómo intentan ser sigilosos e ir hacia él. Dabi escucha todo.

Y esta vez, no tiene intención de ocultarse.

Es por eso que sigue fumando al final del callejón tranquilamente, esperando la llegada de su cachorro.

{…}

Los volcánicos o infernales habían sido condenados al exilio hace ya 540 años atrás.

Fue durante la primera guerra de clases que ocurrió en Leffitsing, y en donde existió la presencia de la extraordinaria sombra llamada All Might, quien con su excesivo poder de luz y deseos de paz había logrado remover toda la oscuridad de Leffitsing, sacando la causa de raíz: Los volcánicos.

All Might había sido lo suficientemente benevolente para no exterminarlos y más bien, declararlos culpables y condenarlos a una vida fuera de las grandes montañas, mucho más allá y cercano al averno.

Y su benevolencia sin duda alguna… había sido un grave error.

────────༺༻────────

Bakugou ilumina su mirada y relucen sus colmillos. — ¡Te encontré, bastardo! ¡Sabía que estarías aquí! —exclama con orgullo dejando libre a Izuku y transformarse en su modo bestia.

El de cabellos negros y mirada azulina alza sus manos tranquilamente. —Ah, me has encontrado, esto no puede ser. —dice de forma relajada. — ¿Qué es lo que haré ahora?

Bakugou gruñe y no duda en lanzarse contra él, clavando sus grandes colmillos con fiereza en el brazo izquierdo del volcánico, y con un movimiento fuerte y veloz, lo arranca.

La sangre mancha sus ropajes oscuros y Dabi ríe a carcajadas ante ello.

Izuku observa plantado en el suelo toda la escena y sus ojos abren con horror al notar la sangre correr de forma desmedida.