Bienvenido a Leffitsing ¦KatsuDeku¦

Capítulo 17

Así fue como las tres especies de alguna u otra manera se habían aliado, aún si el líder licántropo lo desconocía completamente.

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| ¡El comienzo de una nueva aventura! |

Al mismo tiempo, un pecoso de cabellos alborotados se paseaba a través de la feria, observando con detenimiento cada puesto del lugar.

— ¡Pócimas de maná! ¡Alimentos silvestres estimulantes! ¡Comida! ¡Dulces!

Repetía de manera inconsciente clavando su mirada jade en cada puesto maravillado, mientras mantenía los libros entre sus brazos camino a la biblioteca. Incluso las diferentes especies que caminaban cerca de él, se detenían para mirarle con extrañeza, entendiendo de inmediato que se trataba de una sombra recién llegada.

Y fue por ello, que algunos incluso sonrieron con malicia. —Oye, chico…

Izuku escuchó el llamado de un hombre que de pronto caminaba por su lado. —Tengo una cantidad de buenas monedas aquí, ¿qué dices si hacemos un pequeño intercambio? —inquirió un chico con grandes colmillos y de cola puntiaguda, que se mantenía moviéndose impaciente. Entre sus garras largas y negras, había sacado un pequeño saco con dinero, comenzando a elevarlo en los aires de manera constante, llegando hasta los oídos de Izuku el sonido del choque de monedas que caía en contra la palma del demonio.

El pecoso con rapidez le observó.

«Un demonio. »

Pensó de inmediato mientras que se detenía en su lugar y observaba hacia el cielo pensativo. —Hmm... —dejo salir mientras mantenía su mano sobre su mentón.

Monedas.

Sus cejas aceitunadas se elevaron levemente con interés.

Era cierto, hasta el momento no tenía una sola moneda que si no mal recordaba, se le denominaban brimos.

Clavó sus esmeraldas sobre el demonio y presionó sus libros en contra su pecho. — ¿De qué clase de intercambio estaríamos hablando? —inquirió con seriedad.

Sus jades se agudizaron mientras analizaba el rostro y reacciones del demonio que estaba frente a él.

El demonio deslizó su mano por su cabellera rojiza, mientras sus enormes cuernos negros y firmes se mantenían a por sobre ambas esquinas de su sien. —Nada importante a decir verdad, es solo tu libro de sombra. —respondió inclinándose de hombros, mientras con relajo daba vuelta en sus propios talones y apoyaba su codo con toda confianza sobre el hombro derecho de Izuku, utilizando su propio cuerpo como método de apoyo.

—Como bien sabrás, sombra, ese libro que te dan es una simple guía que no sirve de mucho para cuando te desenvuelves aquí. —informó de una manera bastante convincente.

Tan convincente que quizá cualquiera caería en su juego, como si aquel demonio tuviese el don de la labia.

Izuku con rapidez quitó su hombro del apoyo del demonio y retrocedió unos pasos, con evidente desconfianza. —Y si se trata de una simple guía, ¿porque querrías tenerlo? Ni siquiera te serviría, eres un demonio.

El demonio frunció su ceño ante ello.

Y luego de unos segundos, sonrió abiertamente. —Ahhh... No eres tan novato como creí que eras, bueh, da igual, seguro otro caerá. —respondió mientras emprendía su vuelo y se alejaba por los cielos en menos de un segundo.

El pecoso no pudo evitar parpadear para luego soltar un leve aire pesado a por sus narices con evidente molestia, sintiendo aquella brisa repentina del vuelo del demonio sacudir sus propios cabellos.