Bienvenido a Leffitsing ¦KatsuDeku¦

Capítulo 31

N/A: El día de ayer fue un día tan loco y estresante para mí, que mi cabeza estaba en todas partes exceptuando en los pendientes que debía entregar, je... ><. Quería publicar hoy en la mañana, pero mis responsabilidades me lo impiden, pero aquí toy, ¡espero y estén súper! Gracias por estar aquí. ♡ 

...

— ¡Bien, se declara la tortura de Izuku Midoriya y su búsqueda principal de los cazarrecompensas como un hecho absoluto e irrenunciable! —exclama azotando el mazo contra el estrado. — ¡Fin!

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Sangre en Leffitsing

Un demonio de ojos ámbar pasea a través de los cielos mientras tararea una canción. Aún si está un poco despeinado luego de tomar la siesta, su estómago parece estar poseído por un león.

—Qué hambre, qué hambre. —lanza ahora un tanto afligido mientras su estómago ruge, acariciandolo instantáneamente y en busca de aquel puesto de papas monstruosas de Frankenstein J.R.

No lo entendía, pero de pronto parecía que a sus amigos se los había tragado la tierra. Una vez había despertado, había intentado comunicarse con Kirishima, Midoriya y Bakugou, pero ninguno respondió.

Y es que luego del ritual sombrío, Kaminari Denki había decidido dormir todo lo que pudiera. Siendo un demonio que suele trasnochar, esta vez se dio el lujo de hacer todo lo contrario.

Es por eso que su mirada se ve un tanto confusa mientras observa el centro de Leffitsing. —Hmmm… Esto es extraño. —murmura rascando su nuca por inercia. — ¿No seguiré en algún tipo de sueño? —inquiere bajando de forma veloz y tomar su propia cola puntiaguda y analizarla. —No pareciera que estuviera en uno… —lanza esta vez pellizcandola. — ¿Entonces porqué—

— ¡¡AHHHHHHHH!!

Kaminari Denki no se mueve de su lugar, permanece con su mano en el mentón mientras a su alrededor hay fuego, peleas entre especies y sujetos gritando y pidiendo auxilio.

Observa hacia su derecha y el puesto de J.R permanece cerrado. —Él nunca cierra… —dice decepcionado mientras ve a una bruja negra correr a todo lo que le dan las piernas.

— ¡Un segundo! —exclama tomándola del cuello de la blusa y alzandola con un brazo, quedando ella mirándole confusa, sin tocar el suelo y con su dedo índice sobre sus labios.

—Kero.

— ¿Qué sucedió aquí? —pregunta Kaminari aún manteniéndola en los aires. —Es todo un caos.

La bruja negra, Tsuyu, le mira con curiosidad y de un impulso golpea duramente su entrepierna. Kaminari Denki se hace una bolita instantánea en el suelo y Tsuyu lo mira, neutral. —No interrumpas mi huida y me hables como si nada, kero. —responde la bruja acomodando su vestido negro. — ¡Y no te quedes ahí parado! ¡Huye de aquí! —exclama alejándose entre saltos y sacar mágicamente su escoba, para esta vez elevarse por los cielos.

—Qué maldita que fue… —suelta en apenas un chillido tocando su entrepierna. Entonces apenas puede se reincorpora y viendo la cantidad de peleas, decide avanzar un poco más allá. Es en ese momento que permite observar con mayor atención a sus alrededores, y en cuanto clava sus ojos sobre las paredes de los edificios excéntricos de Leffitsing, sus ojos abren en extremo.

— ¿¡MIDORIYA!? —exclama pegándose a la pared como una babosa sorprendida. — ¿¡QUÉ DEMONIOS HACES METIDO AHÍ, MIDORIYAAAAAA!?

Aquellos ojos inocentes que caracterizan tanto a aquella sombra, decoran sobre la pared una infinidad de veces.