Bienvenido a Leffitsing ¦KatsuDeku¦

Capítulo 06

¦Clan Sombrío¦

Un inmenso portal oscuro apareció frente a sus jades sorprendidas. 

—Vamos. 

Tokoyami dio un paso, desapareciendo automáticamente. 

Izuku asintió levemente, avanzando hacia él. 

Aquel inmenso portal desapareció apenas ambas sombras lo cruzaron. 

Izuku caminaba lentamente, observando con inseguridad la oscuridad abrumadora que les rodeaba.

—Tranquilo. —murmuró Tokoyami a su lado. —Tu simplemente avanza, ya queda poco. —dijo con voz calmante. 

Izuku suspiró lentamente, soltando así su nerviosismo y ansiedad ante lo desconocido. 

—Gracias Tokoyami-kun. —respondió entre la oscuridad, hasta que una enorme luz lo encegueció de inmediato. 

Su antebrazo se dirigió con desespero hasta sus ojos, la luz era realmente brillante. 

Tokoyami avanzó, perdiéndose entre la luz. Izuku dio un último paso y entonces la luminosidad lo envolvió totalmente. 

—Bienvenido a nuestras tierras, Izuku. —habló Tokoyami sonriente. —Este es nuestro hogar. 

Izuku abrió sus jades lentamente, acostumbrándose a la luz. 

Apenas noto en donde estaba, sus ojos se iluminaron. 

Grandes árboles de formas muy curiosas, algunos encorvados, otros muy gruesos. De diferentes colores, algunos eran rosas, otro celestes, incluso habían algunos violetas y anaranjados. 

Sus hojas eran enormes y redondas, de sus ramas nacían infinidades de perlas cristalinas que con la luz lunar provocaban un efecto arcoiris difícil de explicar. 

Izuku no tenía palabras para lo que veía ante sus ojos, era hermoso.

Las estructuras del clan sombrío eran agradables, se veían medianas con lo justo y necesario. 

Hechas de piedras de colores pasteles, con abundante césped a su alrededor. 

El césped era primeramente un lila, que cambiaba a celeste, y luego a un verde pálido. Era un espectáculo. 

Enormes rosas de olores realmente agradables, que transmitían paz y tranquilidad. Estas se mecían con suavidad dejándose envolver por la luz lunar de ese lugar. 

—No me imaginaba algo así, Tokoyami-kun. —murmuró Izuku perdido entre la maravilla de sus alrededores. 

—Lo sé. —sonrió Tokoyami, siendo cubierto por la luz arcoiris que caía sobre él. —A mi me paso lo mismo cuando llegué aquí por primera vez. 

Izuku miraba incesante cada rincón del lugar.

—Esa es la pequeña biblioteca, —señaló una pequeña estructura de piedras coloridas. —por ahí está el mercado de las sombras, ahí venden todo tipo de cosas que nos favorecen, además de nuestros propios alimentos. —indicaba, señalando hacia la derecha. —Por allá está un pequeño parque en el que puedes entrenar, esta cubierto por mana por lo cual es ideal para el entrenamiento. Y por tu izquierda está el enorme salón de reuniones sombrías. 

— ¡Ahhh! —exclamó Izuku. — ¡Hay tantos lugares que no se por donde ir! 

—Aún quedan lugares Izuku. —respondió Tokoyami sonriente. —Entiendo que sea sorpresa para ti. Este lugar es muy agradable. —continuó. —Debemos ir al salón de reuniones, recuerda que el líder quiere conocerte ahora. —dijo avanzando lentamente hacia la gran estructura. Izuku le siguió de inmediato.