Capítulo 24

1.7K 317 115
                                    

— ¡Sí, sí, le daremos su merecido a esas sombras opresoras! ¡¡TE LIBERAREMOS DE ESA PRISIÓN, MIDORIYA!!

Izuku abrió sus esmeraldas al instante en que niega. — ¡No, no, esperen, no es como ustedes creen que—

— ¡Eso lo diría cualquier prisionero que tiene miedo! ¡Pero tú solo confía y ya verás! ¡Ahora colgaré antes de que tus opresores sospechen, ánimo soportando esa tortura por un tiempo más! —exclamó Kaminari al instante en que corta.

Izuku intenta devolver el llamado, pero le es imposible porque realmente no sabe como funciona ese aparato.

—Ellos entendieron muy mal las cosas... ¿Qué debo hacer? —inquiere preocupado sintiendo un olor a quemado. — ¡AH, EL HUEVO!

El huevo ya estaba... Carbonizado.

────┈┈┈┄┄╌╌╌╌┄┄┈┈┈────

Ritual sombrío


El atardecer teñía de tonalidades violetas cada rincón de Leffitsing, cuya ciudad siempre estaba muy activa.

Algunos en el mercadillo, otros entrenando, otros vendiendo sus pociones mágicas o extremidades excéntricas de criaturas jamás antes vistas y otros... simplemente comprando papas monstruosas, como Kaminari Denki.

— ¡Y con muchas especias y salsa sangrienta! —exclama el demonio contento sentado en el carrito, moviendo sus pies impacientes mientras coge una servilleta.
Y sus ambarinos se giran de pronto para observar a su compañero, es entonces que su ceño se frunce levemente a la vez que lanza un suspiro cansado. —No creo que sea higiénico que te rasques tus pulgas en este preciso momento, Kirishima. —añade mientras rasca su oído con su meñique.

El gran y peludo lobo pelirrojo gruñe mientras se soba en contra el carrito de una de las esquinas, moviendolo sin cuidado de un lado a otro. — ¡No son pulgas, solo me pica el lomo! ¡Ese pasto pegajoso del lado Este siempre me da comezón! —indica ofendido.

Kaminari ríe al instante en que arroja una mirada pícara. — ¿Te hace falta una mano, Kirishima? Yo aquí tengo dos. —señala alzandolas, haciendo movimientos juguetones con sus largas garras negras. —Y muy afiladas.

Los ojos del pelirrojo se iluminan. — ¡Sí, sí! —exclama moviendo su cola acercándose hacia él, posicionando su lomo frente a sus manos.

—5 monedas. —agrega Kaminari a la vez que estira su mano. Entonces observa que Kirishima le mira ofendido. — ¿Qué? Hay que ahorrar para los tiempos de crisis. —añade inclinandos de hombros.

Kirishima empequeñece sus ojos un segundo, es entonces que lanza aire pesado de sus narices. —Olvídalo. Puedo hacerlo por mí mismo.

— ¡Vamos hermano, no te pongas así! —exclama Kaminari Denki bajando de su asiento acercándose a él. — ¡No pensaste que hablaba en serio! —dice a la vez que estira su mano para luego posarla sobre su propio mentón. — ¿O tal vez sí?

— ¿Ponerme cómo? —inquiere Kirishima confuso. — ¿A qué te refieres con eso? —añade a la vez que da un golpe con su pata peluda sobre el piso, acercandose de forma defensiva hacia el demonio. —Explícate.

— ¡De malas pulgas! —suelta a todo volumen el demonio mientras no puede evitar golpear el mesón y reírse a carcajadas del lobo rojizo.

Kirishima Eijirou enseña sus colmillos de forma irremediable a la vez que eriza su pelaje.
—Esa bocota demoníaca te va a salir cara. Te lo advertí más de dos veces hoy. —dice entre gruñidos acercándose hacia él lentamente, tal y como si estuviese acechando a su presa. — ¡Te dije que dejaras de molestarme o no respondería a mis actos! —exclama ya harto de advertencias y de todas las burlas que Kaminari Denki le había hecho absolutamente todo el día, tanto en sus largas horas de jornada laboral como a la salida.

Bienvenido a Leffitsing ¦KatsuDeku¦Where stories live. Discover now