Capítulo 16

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—Tokoyami-kun, encontraremos la forma aún si debemos hacer lo imposible para lograrlo. —Le susurró con seguridad.

Y Tokoyami sonrió.

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| ¿Primera pista del volcánico?|


Las aves movían sus alas con suavidad, mientras que en medio de su vuelo el cielo manifestaba un color violáceo bastante particular.

Las nubes se teñían de aquel color y atravesaban con tranquilidad aquellas enormes estrellas lunares que se veían con bastante claridad.

La calma invadía el cielo, mas no podría decir los mismo acerca de la tierra.

— ¡TE HARÉ MIERDA, MALDITO VOLCÁNICO! ¡HARÉ QUE TUS HUESOS SUENEN DE TAL MANERA QU

El azote contra el árbol dentro del bosque brumoso, provocó que pequeños frutos no comestibles cayeran sobre la cabeza de cabellos azulados del sujeto en cuestión de segundos.

Sus cejas azuladas se fruncieron mientras que de su boca dejó escapar un grito. — ¡YO NO SOY EL VOLCÁNICO!

Katsuki Bakugou había arrinconado al volcánico, quien hace segundos atrás había sido descubierto vomitando fuego azul a las orillas del bosque brumoso.

El licántropo no cedió ante aquel grito de respuesta, por lo que mantuvo sus manos firmes sobre el agarre que sostenía sobre su armadura. — ¡¡Conmigo no juegas al inocente, bastardo, te he estado buscando hace días!! —exclamó Bakugou con sus colmillos afilados, mientras sostenía su mirada escarlata amenazante sobre él.

— ¡QUE NO SOY EL—

Un retorcijón en su estómago, náuseas y finalmente, la apertura de sus labios fue el indicio suficiente para que sus malestares continuaran.

Katsuki se detuvo en su lugar, sin mover un solo músculo mientras observaba aquellos ojos enfermos mirarle con agotamiento. Y entonces, fuego azul salió de su boca una vez más, al mismo tiempo que caía un fluido viscoso de su boca.

Sus escarlatas se abrieron con sorpresa en cuanto sus propios brazos se calentaron ante el sorpresivo ataque de su oponente. — ¡Mierda, que puto asco! —exclamó Bakugou al instante en que cayó aquel fluido sobre sus manos y parte de sus brazos.

Unos pasos apresurados como también, bastante marcados se escucharon tras ellos.

— ¡Jefe, Todoroki está en el a—

Kirishima se quedó de piedra en su lugar. Pareció alzar las cejas por un segundo para luego fruncirlas, en cuanto había capturado la escena con bastante claridad frente a él.

—Jefe, no sé si lo sabía pero... usted está vomitado. —informó con asco.

Bakugou giró sus escarlatas sin pizca de paciencia. — ¡No es necesario que me lo digas, pulgas de mierda! —exclamó con furia.

Entonces Kirishima observó a aquel muchacho que con dificultad estaba en contra el árbol.

— ¿Iida? —inquirió.

—Hola, Kirishima. —respondió éste con debilidad.

— ¡IIDA! —exclamó el pelirrojo, corriendo hacia él de inmediato. — ¿¡QUÉ DEMONIOS TE SUCEDIÓ!? —exclamó ahora a su lado, bastante asombrado por lo demás.

El frankenstein lanzó un suspiro de alivio al instante, entendiendo que aquel estúpido malentendido estaría pronto a ser resuelto.
—Una bruja se molestó porque no quise autorizar su salida con sus pociones y me lanzó un hechizo. —respondió con dificultad. —Llevo más de tres horas vomitando llamas azules, vine al bosque para no preocupar a mis compañeros, pero entonces... —Iida Tenya observó a Bakugou con molestia. —Tu líder insiste en que yo soy el volcánico que busca.

Bienvenido a Leffitsing ¦KatsuDeku¦Where stories live. Discover now