Capítulo 30

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—Tch. —suelta Bakugou clavando sus orbes escarlatas sobre las mejillas sangrientas de Izuku otra vez. —Qué asco das. —murmura a mala gana mientras desliza sus garras negras sobre las mejillas de Izuku y limpia el rastro de sangre con brusquedad. —Definitivamente eres una sombra inútil y débil.

Es entonces que el licántropo desvía su mirada hacia la gran ciudad de Leffitsing, que ahora mismo se ve casi tan pequeña que inclusive puede ser aplastada por su palma.

Bakugou piensa si lo ideal sería descansar, pero su cuerpo desea mantenerse alerta durante el tiempo en que aquella sombra compañera de grilletes vuelva a despertar.

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Carne asada

El tiempo había avanzado tan veloz que aquellas siete horas se habían sentido como segundos. O al menos, esa era la sensación que Izuku tenía una vez despertó.

La sombra ya no tan novata como en un inicio abre sus ojos esmeraldas somnolientos con leves tintes azulados cubrir sus orbes, y con sus cabellos despeinados observa unos ojos fríos fijos sobre él.

Aizawa Shota se mantiene en su saco de dormir con sus ojos más que abiertos, observandolo tan fijamente que de Izuku nació un escalofrío.

—A-Aizawa-sensei… —murmura Izuku al instante con una sonrisa nerviosa nacer de sus labios.

—Al fin despiertas, dormiste siete horas seguidas. —responde Aizawa saliendo de su saco, con sus largos cabellos negros despeinados.

Izuku mantiene su rostro un tanto confuso. — ¿Qué fue lo que sucedió exactamente?

Aizawa comienza a rebuscar en su mochila mientras le escucha. —Recibiste la primera dosis de la ventisca oscilante. Te dije que para venir hasta acá necesitabas de un entrenamiento previo, aquí tienes las consecuencias. —responde mientras extrae un jugo de Libia y posiciona una pajita. —Toma, bebe esto.

Izuku parpadea sin creer lo que estaba presenciando, es por eso que se auto señala incrédulo. — ¿P-para mí?

Aizawa asiente mientras Izuku lo recibe. —Gracias, Aizawa-sensei. —responde el pecoso mientras comienza a beber. — ¡Uaaah, qué dulce está! —exclama maravillado.

El pelinegro se cruza de brazos mientras alza una ceja ante aquella reacción. —Es con extra de Libia, como el que nunca me trajiste por estar haciendo estupideces. —dice a mala gana.

Izuku lanza una risa nerviosa mientras bebe, observando hacia todas las direcciones. —Uhmmm, ¿y dónde está él?

—Mientras dormías, la cadena extendió mucho más de lo normal. Tus ansias de querer revertir el conjuro fue suficiente para generar un mínimo cambio, lo estás haciendo bien. —lanza Aizawa orgulloso mientras los ojos de Izuku iluminan. —Por supuesto, el primero en celebrar y ponerse de buen humor fue Bakugou. —agrega observando hacia el lugar por el cual se había retirado.

—Dijo que iría a explorar el lugar, cosas de licántropos. —responde inclinándose de hombros y comenzando a caminar por los alrededores, observando desde las alturas lo diminuto que se ve Leffitsing a partir de la gran montaña. —Llevamos apenas un tercio de la montaña escalado.

—Oh.

Las esmeraldas de Izuku se mantienen cansadas, pero aún con ello se siente un tanto frustrado. A pesar de que había dicho que daría su mejor esfuerzo, solo los estaba retrasando. Pero aún con ello, no puede evitar pensar que los avances habían comenzado a rendir frutos, de manera inconsciente, pero lo estaba haciendo.

Bienvenido a Leffitsing ¦KatsuDeku¦Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum