Bienvenido a Leffitsing ¦KatsuDeku¦

Capítulo 18

Izuku asintió mientras cogía la hoja y el cesto entre sus manos. — ¡Gracias por la confianza que me está entregando, le prometo que daré lo mejor de mí! ¡Jamás he ido hasta allá solo pero usted cuente conmigo! —exclamó el pecoso emocionado mientras emprendía vuelo sin pensárselo dos veces.

La anciana se sentó en calma mientras sonrió, observando cómo Izuku se perdía entre las nubes. —Ahh... Qué chiquillo tan genereso. —murmuró mientras revolvía su té con la ayuda de una pequeña cuchara. Pero entonces, posó las palmas de sus manos sobre la mesa con extrema preocupación. — ¡¡UN SEGUNDO, ¿ÉL HA DICHO QUE JAMÁS HABÍA IDO SOLO?!!

El bosque brumoso... Era el bosque de las desgracias.

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¡Recolección de ingredientes! Y...
¿¡Un grito!?

Desde los cielos de Leffitsing las nubes se mezclaban con tranquilidad en un suave celeste, lo que anticipaba que apenas y era medio día.

Y si algo llenaba completamente de la emoción y ansías a aquella sombra novata que ya se había atrevido a comenzar a desplazarse completamente solo por las calles de la excéntrica ciudad, era saber que si hacía bien su trabajo, tendría la posibilidad de aprender sobre la naturaleza.

Izuku Midoriya volaba por los cielos, cercano a las pomposas nubes mientras sonreía. — ¡Es mi primer trabajo, debo asegurarme de que salga bien! —añadió contento, sin poder evitar dar una vuelta entre los cielos emocionado.

Por un momento pensó que aquella abuelita le enviaría a volar lejos en cuanto escuchara su propuesta.

¡Pero ella había aceptado! ¡Había aceptado!

¡Aprendería cosas nuevas! Si bien, estaba activo con los libros de conjuros y de su clase sombría, las actividades escolares sombrías se habían visto interrumpidas ante la presencia de aquel misterioso volcánico.

Ahora mismo, los profesores a cargo se mantenían activos intentando preveer un posible ataque a Leffitsing, excluyendo a Aizawa quien se mantenía vigilando arduamente en la posible zona de su aparición; el bosque brumoso.

Gran Torino quería mantener a salvo a toda costa a sus retoños, y eso significaba no exponer a las sombras novatas a posibles peligros.

—He sido claro, no tendrán clases hasta nuevo aviso. —habló Torino azotando su bastón en contra el suelo de madera. —Podrán salir de nuestro territorio por las mañanas y tardes, pero al atardecer los necesito a todos reunidos aquí. Ya no podrán salir de noche, hay una amenaza en Leffitsing y no puedo simplemente exponerlos al peligro, espero comprendan.

Izuku, quien se mantenía expectante ante aquel suceso no hizo más que asentir, obedeciendo al instante. Sabía que algo estaba ocurriendo, lo sabía por la mirada agotadora que Tokoyami le había entregado la noche anterior.

Era por eso que daría su mayor esfuerzo, se mantendría constante con sus estudios y si tenía la posibilidad, encontraría un trabajo para poder comenzar a establecerse, le sabía mal que cada cosa que tenía era algo entregado por Tokoyami, él también quería darle obsequios y por sobretodo, no quería ser una carga para él.

Desde un inicio las pociones le resultaron simplemente mágicas, pero muy costosas. Lo había evidenciado para cuando se dio unas cuantas vueltas por el mercado.

Era por eso que le entusiasmaba tanto aprender las propiedades de las plantas, esa era simplemente la base para alcanzar su meta.

¿Cuál meta?