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"Un deseo que se convirtió en telarañas llenas de mentiras, un enredo de engaños, con pasión y dolor.
Un amor lleno de destellos de luces, que cegó, envolvió, destruyó y evolucionó todo a su paso.
La vida le enseñará que las obsesiones suelen se...
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Roma, Italia, 28 de febrero del 2020.
Las veces que toqué el cielo, fue pecando.
- Anónimo.
La vida se trata de vivirla al máximo, de experimentar, de explorar y de sentir. Nunca me ha gustado celebrar mi cumpleaños, pero este sé que será inolvidable, mi meta de hoy es joderla y que me jodan a lo grande. Me visualizo en el espejo del baño del motel, me veo sexy con un vestido rojo escotado en la espalda, que enmarca las curvas que tengo y unos tacones negros de infarto y la estrella de la noche, mi peluca rubia y unos lentes de contacto verdes. Me veo irreconocible, creo que he cumplido con mi misión.
Llegó a las 09:00 de la noche a Infernus, hay una fila grandísima para entrar, la noche estará muy interesante. Estaciono el BM lo más cerca posible de la puerta del club, me miro en el espejo retrovisor y me retoco el pintalabios, la chica que se mira en el espejo es una puta diosa, soy el ángel que tentará al diablo hasta hacerlo caer.
Entro al club mirando todo a mi paso, al fondo a la derecha se encuentra la barra, sigo caminando hasta llegar y me siento el barman se acerca y me pregunta que qué quiero y mi subconsciente responde "follarme a tu jefe que más".
—Un Whiskey a la roca, por favor —Le contesto mientras observo el lugar, vuelvo mi mirada al frente cuándo el barman trae la bebida, la saboreo, escuchando la buena música que ponen, suena una canción de Blackbear, empiezo a tararearla, siento cuando alguien se sienta en el asiento de al lado.
—¿No frecuentas este lugar verdad? —Le dedico una mirada tajante al desconocido que me está hablando.
—No.
—¿Quieres bailar, cara mia? —Vuelve a preguntarme, parece que no entendió que no quiero hablar con él.
—No, gracias —Digo esperando que capte la indirecta bien directa.
—¿Segura? Mírame bien—Abre los brazos y da la vuelta para que lo vea y yo arrugo mi cara al ver tal acción —. No encontrarás a otro como yo en este lugar.
—Créeme esa es la idea. Espero nunca encontrarme con un idiota como tú que no acepta un no como respuesta —Me levanto de la silla, ni disfrutar un trago tranquila puedo.
Escucho a un grupo de personas riéndose por lo que dije y el chico sin nombre, se acerca violentamente y trata de agarrarme el brazo, pero antes de que lo haga, doy un paso atrás.
Por esta razón no me gusta salir a bares o discotecas, siempre está inundada de hombres intensos y mal intencionados queriendo acaparar la atención de una mujer a como dé lugar. Patéticos.
Uno de los chicos que se estaba riendo, se mete entre el intenso y yo y lo empuja. Gritándole que cuando alguien dice que no es no, bravo, todavía existen hombres que saben respetar.
