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"Un deseo que se convirtió en telarañas llenas de mentiras, un enredo de engaños, con pasión y dolor.
Un amor lleno de destellos de luces, que cegó, envolvió, destruyó y evolucionó todo a su paso.
La vida le enseñará que las obsesiones suelen se...
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Holiiii. ¿Me extrañaron? 🫣
Londres, 29 de marzo del 2020
No me gustan los entierros, la última vez que fui a un tenía siete años y no quede con ganas de volver a presenciar algo así pero aquí estoy, de la mano con Kiara, mirando como el ataúd de su esposo se pierde en el extenso hoyo que hay en el suelo, el lugar esta abarrotado de personas, la prensa graba y tiran fotos de lejos, se escuchan algunas personas llorando, pero Kiara está tranquila, demasiado tranquila y eso me asusta.
La madre del señor John está del otro lado de Kiara, suelta pequeños jadeos lastimeros mientras se limpia las lágrimas con un pañuelo, se ve desdichada, destruida, perder a un hijo debe de ser el peor dolor que una madre puede soportar, todos escuchan atentamente las palabras del cura, Kiara se acercan ya a la tumba cerrada y ponen dos rosas blancas encima, ella regresa de una vez a su lugar, y la señora Meyer se acerca a la tumba agarra un puñado de tierra con sus manos y se queda mirándolo fijamente durante un rato.
Retrasaron lo más que pudieron el entierro para que todos los Meyer pudieran asistir, es una familia numerosa, esparcidos por todo el mundo, hasta la ex esposa del difunto está aquí hoy, aunque mantiene su distancia, no se ha acercado a saludar, tampoco al ataúd, solo observa fijamente el féretro, así como lo está haciendo Kiara, no hay lágrimas en su rostro, no hay ningún sentimiento a la vista.
El cielo esta nublado y la brisa se siente fría, hay una mala vibra en este lugar, miro a papá a lo lejos hablando con el hermano menor del muerto, mi tío y Damon, mi corazón se acelera cuando lo veo, su rostro esta serio, menea su cabeza en aprobación de lo que sea que papá este diciendo, siguen conversando durante un rato y luego nuestras miradas se conectan, quiero sonreír, pero no creo que sea el momento, así que volteo mi cara y me fijo en el panorama.
—Mi más sentido pésame, señora Meyer —el senador aparece delante de nosotras junto con sus hijos.
—La señora Meyer es mi suegra, pero muchas gracias alcalde —su voz suena serena, pero hay ligera tensión en ella.
Se nota que se siente abrumada y cansada, lleva unos grandes lentes que tapan sus ojeras, Kenneth me mira fijamente y sonríe, Kate camina detrás de su esposo al otro extremo dónde está la mesa con los líquidos y Katrina se mueve de la mano de su papá, suena el teléfono de Kiara y se aleja a contestar.
—Es un gusto volver a ver, aunque sea en estas circunstancias tan tétricas.
—Sí.
—¿Y cómo estás?
—Viva.
—Que chistosita estas hoy —se acerca más a mí y yo doy un paso al costado —. En la recaudación te perdiste, te iba a invitar a salir y así conocernos más a fondo.
¿Quién le dijo que quiero conocerlo? Le mintieron y descaradamente.
—Me tuve que ir, tenía un asunto muy importante que resolver.
