Obsesión Peligrosa ✓

Capítulo 14.

Maratón 1/2

Londres, 16 de marzo del 2020.

Hoy me levanté muy feliz, no pude dormir ayer pensando en la cita que tendré con Damon y estoy por los rincones suspirando de amor, me siento muy ansiosa, siento que estoy viviendo un cuento de hadas, no dejo de pensar en él, de soñar con él, de anhelar estar con él.

Me muevo por mi habitación buscando que ponerme, esta mañana hablamos y me dijo que me ponga algo que me haga sentir cómoda, me dejo pensando a qué lugar me llevará, así que ando buscando algo cómodo pero lindo, tengo varias opciones encima de la cama, ya me bañé y también me depilé, una mujer precavida vale por mil, solo me falta vestirme y peinarme, él me pasará a buscar en media hora.

Estoy temblando de la emoción, he tenido muchas citas, pero ninguna me ha hecho sentir como esta, mi corazón grita de felicidad, salgo de mis pensamientos y me concentro en elegir mi vestimenta de hoy, opción a: es un vestido crema con pequeñas flores de color naranja, que tiene un escote en la pierna izquierda, es un vestido muy lindo y cómodo pero no es para ir a un restaurante de lujo, aunque él me dijo que busque algo cómodo, eso quiere decir que no iremos a un restaurante o a un lugar muy lujoso. Entonces aquí entra la opción b es un jeans de entalle alto con un crop top de mangas cortas y podría acompañarlo con una chaqueta jeans o un abrigo por si hace frío a dónde vayamos a ir.

Creo que iremos al cine y si es así, pues la segunda opción es más viable y pasable para ir a cualquier lugar, lo voy a combinar con unos tacones bajitos, visualizo la vestimenta en mi mente y me gusta, así que procedo a ponerme ropa interior, busco la que compré hace unas semanas cuando andaba con Nina y Emory, estoy manifestando acabar en su cama jadeando. Me miro en el espejo y me fascina como la ropa interior se amolda a mi cuerpo, espero que le guste y me la rompa. Me unto mi crema favorita por todo mi cuerpo y me pongo la ropa, me gusta cómo me queda, no es formal pero tampoco me veo informal y me siento muy cómoda.

No sé si recogerme el pelo en un moño alto o dejármelo suelto, me observo frente al espejo y me alzo el pelo con la mano haciendo un moño, pero no me gusta cómo me queda, me lo dejaré suelto para que se vean esas pequeñas hondas que trae y que me da un aire más sofisticado. Me hago un maquillaje sencillo y me tiro un selfie y una foto frente al espejo y la posteo en mi Instagram. Mi teléfono suena es un mensaje de Damon diciéndome que ya llego, que esta abajo esperándome, pego un grito de la felicidad y salgo a pasos apresurados de la habitación.

—¿A dónde vas niña?

Escucho la voz de mi abuela detrás de mí y me freno, me doy la vuelta y la veo saliendo de su habitación lanzándome una mirada intrigante.

—Tengo una cita hoy.

—¿Con quién? ¿Lo conozco?

Suelto una risita nerviosa. ¿Qué le respondo? Ella no lo conoce, pero lo va a conocer, más adelante claro.