Capítulo 10.

47.5K 3.1K 1.5K
                                    

Londres, 07 de marzo del 2020

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.




Londres, 07 de marzo del 2020.

Pov. Damon Ricciardi.

Mi teléfono vibra en la mesita de noche, pero lo ignoro, me doy la vuelta en la cama y abrazo la almohada, entro en un sueño profundo, me sobresalto cuándo escucho mi teléfono sonar otra vez, ¿quién diablos llama a estas horas?

Saco mi brazo debajo de la almohada y lo arrastro hasta la mesita, empiezo a palpar con mis dedos para encontrar el teléfono, lo agarro y abro mis ojos y lo cierro de golpe cuándo la luz de este golpea mi cara, suelto un gruñido de frustración y miro la hora, las cuatro de la mañana, suelto un suspiro lastimero, tiro el teléfono en la cama, restriego mis ojos para eliminar cualquier rastro de sueño y vuelve a sonar.

¿Por qué Gianna me está llamando a estas horas? ¿Le habrá pasado algo?

—Joder, por fin lo coges. ¿Dónde diablos te metiste, Killian? Estoy aquí sola, Nina ya se fue, ¿sigues aquí o te fuiste con Tania? —su voz se escucha pastosa, hay mucho ruido, se me dificultad escucharla con claridad.

¿Quién diablos es Killian?

—No soy Killian —me paro de la cama y pongo el teléfono en alta voz, prendo la luz y empiezo a buscar algo de ropa —. ¿Dónde estás Gianna? ¿Quieres que te vaya a buscar?

Tropiezo con la mesa, maldigo en voz alta. Escucho como se mueve de lugar y la música disminuye.

—¿Puedes repetir lo que acabas de decir? es que no escuche nada.

—Dije que no soy Killian. ¿Dónde diablos estás metida a estas horas y sola?

Me gusta dormir completamente desnudo, aunque en situaciones como estas que se necesita salir de prisa, no es muy rentable dormir desnudo, voy al cajón y agarro un bóxer, busco con la mirada el pantalón que tire antes de dormir y lo recojo del piso, me muevo por la habitación buscando los zapatos.

—Lo siento tanto, estoy tan borracha que no me di cuenta que te estaba llamando a ti —meneo la cabeza en desaprobación, ¿borracha y sola? —, ya mismo cuelgo, disculpa las molestias.

—No te atrevas a colgarme —modulo mi voz arisca y suspiro —. ¿Dónde estás Gianna?

Le hablo con autoridad, pero calmado, no quiero que cierre la llamada sin decirme dónde está. Balbucea, no se le entiende nada, esto es frustrante, de solo imaginarme que algún imbécil intente aprovecharse de ella, me saca mi instinto asesino. Esa necesidad de protegerla, que me nace no es normal.

—No lo repetiré una vez más, Gianna. ¿Dónde estás?

—Estoy en Heaven.

Heaven, la famosa discoteca de la perdición, dónde todos los ángeles como ella terminan corrompidos y seducidos por el infierno y sus demonios. 

Obsesión Peligrosa ✓Where stories live. Discover now