Obsesión Peligrosa ✓

Capítulo 31.

¿De dónde me leen? 🤔✨

Roma, Italia, 13 de mayo del 2020

Han pasado cinco días desde mi pequeña pelea con Damon, lo he ignorado a más no poder, así como él ignoro que su ex estaba actuando como si fuera la actual, sé que no debería de enojarme porque nosotros no somos nada, ni siquiera me ha pedido salir formalmente, aunque debería de contarle que era yo la chica de la discoteca antes de que lleguemos a algo serio.

Es tan contradictorio todo, quiero todo con él, pero me da miedo afrontar las consecuencias de lo que hice, no quiero que me juzgue o tenga una mala percepción de mí por eso, en ese momento estaba encaprichada y no quería causar un problema entre mi tío y él, ya que son socios, por otro lado, está contarle a papá que ando con Damon, sé que no se opondría o eso creo.

Hay tantas cosas rondando por mi cabeza, espero encontrar una solución pronto a eso o armarme de valor, soltar todo y lidiar con las consecuencias, termino de vestirme, como no quiero verlo, Dante me invito a salir, no sé a dónde iremos, pero me dijo que use ropa cómoda y unos tenis, me miro en el espejo, el jean negro envuelve mis piernas como si de una segunda piel se tratara, un crop top blanco y una chaqueta de cuero negra, labial rojo y estoy lista.

Mi teléfono suena, lo busco en la cama y sonrió cuando es una video llamada con papá.

—Hola papito lindo.

—Hola princesa, ¿Vas a salir?

—Sí, vamos a salir a pasear, ya sabes, la noche es corta y hay que disfrutarla.

—Disfruta, pero con moderación. Solo llamaba para saber de ti, mamá me dijo que hablaste con ella esta mañana, me haces falta princesita.

—Ay papá, ni que me fuera a quedar a vivir aquí, pero tú también me haces falta, solo faltan dos semanas para la fiesta y regresaré a casa, además pronto Eliam estará con nosotros, estoy ansiosa por verlo.

—¿Sabes que te amo mucho? Eres la persona más importante de mi vida, mi pequeña, la luz de mis ojos, solo quiero que seas feliz.

—Papá, me vas hacer llorar —parpadeo para eliminar las lágrimas de mis ojos —. Yo también te amo, eres el mejor padre del mundo, si volviera a nacer te elegiría sin dudarlo.

Luego me hace reír cuando ve que me voy a poner a llorar, cuelga y me arreglo el maquillaje, aunque me hice algo ligero, solo uso las cosas básicas y cuando hay alguna cena o fiesta me esmero mucho para quedar perfecta, escucho como tocan la puerta y grito que pase, debe de ser Dante, para decirme que nos vamos, aunque pensé que íbamos a cenar aquí antes de irnos o quizás cenemos fuera, pongo los ojos en blanco y suelto un bufido cuando veo a Damon detrás de mí.

—¿Necesitas algo?

—Sí, hablar contigo.

—Habla, te escucho —respondo mientras me pongo más pintalabios, me acerco al espejo con una pequeña toallita para quitarme el exceso de las esquinas.