Capítulo 22.

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Londres, 15 de abril del 2020

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Londres, 15 de abril del 2020

—¿En qué momento se muere? Me está aburriendo la película, es predecible.

—Cállate ya, Henry, no me dejas escuchar —en este momento es que maldigo estar sentada en medio de estos dos, agarro un puño de palomitas acarameladas y las llevo a mi boca.

Estamos viendo una película de medio, aunque no me gustan, estoy aquí, es mejor que estar en mi cama tirada mirando la pared, todavía falta para que se acabe, la protagonista y sus amigos se metieron en una casa abandonada, que los vecinos del pueblo, dicen que esta embrujada y un supuesto espíritu maligno, los está matando uno a uno.

No le encuentro sentido porqué si de ante mano, les avisaron que no entrarán en la casa, porque nadie sale vivo, ignoraron eso y entraron y ahora están llorando, intentando salir, usen la lógica, yo me hubiese quedado en el carro, esperándolos mientras ellos invaden el lugar, el espíritu debe de estar cansado de que adolescentes estúpidos vayan a interrumpir su paz.

—¡Por ahí no, maldita estúpida, te van a matar! —Henry le grita a la pantalla y contengo una gran carcajada.

—No te va a escuchar.

—Ya está muerta, obvio que no me va a escuchar.

Está es una de las cosas que amo de ver películas con los mellizos, mientas que Hector se queda en silencio, analizando cada una de las escenas, Henry enloquece y empieza a pelear con los personajes y yo aprovecho que no me prestan atención y me como todas las chucherías.

La protagonista me causa risa y coraje, de verdad, no puedo creer que exista alguien tan idiota y con poca supervivencia, pero es la que quedará viva, como en todas las películas o bueno, en las que yo he visto, uy, acaban de sacarle las tripas al interés amoroso de ella y está llorando viendo su cadáver, se escuchan pasos, ventadas y puertas cerrándose y abriéndose de golpe y ella no se mueve.

—Pero muévete, deja de llorar, es un hombre, ellos no sirven —le grito a la pantalla y ella comienza a correr en dirección opuesta al ruido, por fin, un movimiento estratégico, siento las miradas de los mellizos en mí —. ¿Qué me miran?

—Gracias por el cumplido.

—De nada, me salió del corazón, con mucho amor y honestidad, para ustedes —Hector se ríe y le presta atención a la película, mientras que Henry me quita la cuenca de palomitas, no peleo porque con él, porque quedan pocas.

Me estiro para coger un paquete de m&m, pero termino cogiendo cuatro, porque sé que me van a pedir del mío y no pienso compartir, le doy un paquete a cada uno y levanto la mirada cuando escucho otro grito, solo quedan tres personas vivas, dentro de ellos, esta nuestra chica que llora y tiene cero sentidos de la supervivencia, de un momento a otro, uno de los chicos, apuñala al otro y todos nos sorprendemos.

Obsesión Peligrosa ✓Where stories live. Discover now