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"Un deseo que se convirtió en telarañas llenas de mentiras, un enredo de engaños, con pasión y dolor.
Un amor lleno de destellos de luces, que cegó, envolvió, destruyó y evolucionó todo a su paso.
La vida le enseñará que las obsesiones suelen se...
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Londres, Inglaterra, 16 de marzo del 2027.
Mi espalda me duele, en realidad me duele todo el cuerpo, tengo una enorme panza de ballena, tengo los pies hinchado junto con mi cara, aunque amo mi embarazo, estar embarazada no es nada lindo, tu cuerpo se deforma y se desfigura, todo cambia, desde lo más simple como el estado de ánimo hasta lo más drástico como tu nariz, a veces me cuesta verme al espejo, porque no me parezco en nada a la que era antes, pero estoy amando está etapa al máximo.
Fue mi decisión tener un bebé, estoy viviendo un embarazo planeado, una maternidad deseada, además me encanta como mi esposo me mima al máximo, antes Damon se desvivía por mí y ahora aún más, decidimos pasar el embarazo aquí en Londres, ya que así estaré más cerca de mi familia, aunque Dianora se mudó cerca de nosotros, porque ella quiere ser de gran ayuda en esta nueva etapa, una acción desinteresada de mi suegra.
—Amor, ¿me haces un masaje?
Me quedo atenta a la reacción de Damon, deja lo que está haciendo para mirarme, hago un puchero con mis labios y él solo sonríe.
—¿Aceite de coco o de almendras?
—El primero que encuentres amor.
Me llega un correo con el resultado del ultra sonido, aún no sabemos que es, aunque Damon dijo que quiere sorprenderse al momento de que nazca y yo también, pero la ansiedad me gana, acabo de cumplir cinco meses de embarazo, tengo mi leve sospecha del porque mi estómago está demasiado abultado, él vuelve con el aceite, me pide que extienda mis pies y me acomodé, me encanta esta silla sofá, puedo reclinarla para sentarme mejor.
Fue un regalo de papá cuando le dije que estaba embarazada, lloró mucho, todavía lo recuerdo, ese momento lo atesoro en mi corazón, fue muy sentimental y a la misma vez lindo, además todos estaban felices por mí, pero la nostalgia les gano tanto a él como a la abuela, aunque ahora es Eliam quien les da dolores de cabeza, él también se puso sentimental cuando descubrió que tendrá un sobrinito, junto a los mellizos y mi tío.
Suelto un suspiro cuando siento los dedos de Damon masajeando mis pies, es tan placentero que hasta podría dormirme en este momento, escucho con atención lo que él dice, mi hermoso esposo tiene una cadena hotelera alrededor del mundo, que cada día nos hace más millonario, es un gurú para los negocios, también para los clubes y discotecas, las de él son las mejores de Londres e Italia, aunque está pensando en expedir Infernus en Europa.
—¿Sabes? Me llego un correo con el género del bebé.
Suelto un jadeo lastimero cuando se queda quieto, muevo mis pies para que siga masajeándome.
—¿Lo abriste?
—Todavía no, quería saber si quieres seguir sin saber que es y esperarte a que nazca o te pica la curiosidad como a mí.
—Si tengo curiosidad, la ansiedad de saber si es niña me mantiene en ascuas.
—¿Y si es niño?
—No me importa lo que sea, lo amaré por igual, pero sabes que las niñas son más difíciles de criar o bueno, eso dicen, aunque sé que si es niña compraré una escopeta para espantar a los noviecitos.
