+18
"Un deseo que se convirtió en telarañas llenas de mentiras, un enredo de engaños, con pasión y dolor.
Un amor lleno de destellos de luces, que cegó, envolvió, destruyó y evolucionó todo a su paso.
La vida le enseñará que las obsesiones suelen se...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Roma, Italia, 28 de abril del 2020
Mi teléfono suena, es un mensaje de Damon, diciendo que ya llego, ayer quedamos para vernos, él me llevará a un lugar, no me quiso decir a dónde iremos, pero estoy impaciente, la abuela salió con papá, mi tío no llego a dormir y los mellizos se fueron temprano con Fabiano, hago el mismo ritual de siempre, una foto en el espejo, para inmortalizar este recuerdo y salgo de la habitación, me gusta este hotel, es muy exclusivo, he visto algunas personas famosas de Italia, por los pasillos.
Entro en el elevador, me acerco al espejo que tiene para sacarme una hebra de cabello que se metió en mi ojo y me molesta, no quiero que se me irrité, pongo el mechón, detrás de mi oreja, llego hasta la entrada y veo su camioneta a lo lejos, está mirando algo en su teléfono muy concentrado, le doy dos toques a la ventana y su mirada vuela hacia mí, sonrió y me subo en el auto, sus manos van directamente a mis mejillas y me atrae hacia él, sus labios colisionan con los míos, las estúpidas mariposas vuelan en mi estómago.
—Hola preciso.
—¿Precioso?
—Eso eres, una belleza andante —abrocho el cinturón de seguida y me volteo a mirarlo —. ¿Ya me dirás a dónde me llevarás?
—No, es una sorpresa, pero te va a gustar, confía en mí.
—¿No me vas a vendar los ojos verdad?
—No —se ríe, entrelaza nuestras manos y pone el auto en marcha.
Me gusta Italia, diría que Roma es m ciudad favorita del mundo, estoy impresionada por la arquitectura, el paisaje, la comida, la cultura, las personas, me veo a futuro viviendo una temporada aquí, le cuento como pasé el día ayer, las cosas que quiero hacer antes de regresar a Londres, él me escucha con atención e interviene para recomendarme restaurantes y lugares a dónde debería de ir, me gusta estar con Damon, no solo porque me gusta él, es porque aunque somos diferentes tenemos gustos afines, como el arte, por ejemplo.
Aprovecho para mandarle un mensaje a la abuela diciéndole que salí con alguien, que le diga a papá que me fui con una amiga y que por eso prescindí de los servicios de Oliver, no está en línea, espero que lo vea antes de llegar al hotel, está sonando The hills de The weeknd, en la radio, la tarareo, hoy es un buen día para salir a conocer nuevos lugares, el sol brilla más que nunca y las calles está inundada de personas, por lo que sé, todavía no es temporada turística, no me quiero ni imaginar cómo se pone Roma, en estos momentos, intransitables y caóticas.
Después de media hora manejando, estaciona el auto, en un parqueo vigilado por una persona, salgo detrás de él, el señor nos saluda y Damon entrelaza nuestras manos, no sé a dónde vamos, caminamos por una larga calle, hay personas que vienen y van, niños riendo y correteando, parejas abrazadas o besándose, que linda es la vida, le lanzo miradas y él se ríe, sé que no va a responderme si le vuelvo a preguntar a dónde me lleva, así que me quedo en silencio, mi corazón se acelera cuando mis ojos recorren la entrada.
