House Of Glass

capitulo 36: Decisiones, Decisiones

Capitulo 36: Decisiones, Decisiones

Orochimaru sonrió mientras golpeaba a Hiruzen en casi una docena de tejados con una fuerte patada en el estómago. Lento pero seguro, el impulso del choque estaba cambiando a favor de Snake Sanin. A pesar de su poder aún inmenso, el anciano Kage estaba visiblemente cansado. Por primera vez en mucho tiempo, su larga y brutal carrera comenzaba a mostrar sus efectos. Después de rebotar en algunos tejados más, Hiruzen recuperó el equilibrio y cargó contra su antiguo alumno. Orochimaru reflejó la acción y saltó en el aire con dos kunais desenvainados. La pareja chocó en el aire, enviando chispas lloviendo a la calle de abajo. Luego, Hiruzen apartó la mano izquierda del hombre pálido con su propia mano izquierda y lo golpeó en la mandíbula con un puñetazo con la mano derecha que lo envió a estrellarse contra la azotea desde la que había saltado.

"Por muy exhausto que estés, todavía tienes algo de fuerza en esos golpes. Sigue así, sensei. Pocas veces he estado tan entretenido", incitó Orochimaru mientras se ponía de pie y se sacudía el polvo. Luego echó la cabeza hacia atrás y abrió mucho la boca, desquiciando la mandíbula de manera grotesca. Gradualmente, una espada emergió de su garganta. Una vez que estuvo medio expuesta, Orochimaru agarró la empuñadura y la sacó, cerrando la boca y sonriendo mientras apuntaba con la punta de la hoja al anciano Kage.

"Tan dramático. Qué típico de ti, Orochimaru" dijo Hiruzen con un movimiento de cabeza. El Hokage luego hizo un sello de mano y amplió su postura.

"¡Déjame mostrarte una creación mía! Shadow Shuriken Jutsu!" Gritó cuando un gran par de shuriken aparecieron en su mano ahora extendida. Luego lanzó los proyectiles a su antiguo alumno. Cuando los shuriken se dirigieron hacia la Serpiente Sanin, se triplicaron en número, dejando una horda de seis para que el hombre pálido los desviara o evadiera. Orochimaru optó por intentar desviarlos, logrando derribar a los seis en poco tiempo.

"¿Eso es todo?" él incitó. Hiruzen se rió entre dientes e hizo un movimiento de tirón con su mano izquierda, ganándose una ceja levantada del Sanin. Un momento después, Orochimaru fue atravesado por detrás por cuatro de los seis shuriken, con uno inmovilizando cada una de sus extremidades en el techo. El Hokage saltó a través de la brecha entre sus techos, aterrizando justo en frente del Sanin tendido.

"Mira debajo de debajo. El primer día de la filosofía ninja. Los conceptos básicos son la base de todas las habilidades y todos los jutsu. Algo tan simple como un shuriken intencionadamente mal apuntado puede ser mortal cuando se aplica correctamente, como acabas de aprender de la manera más difícil". dijo mientras se arrodillaba ante su alumno herido. Orochimaru se rió dolorosamente y luego gruñó con esfuerzo mientras forzaba su chakra en las cuchillas que lo sujetaban.

"Nunca te quedas sin trucos, viejo. Siempre hay alguna nueva conferencia que dar. Tan lleno de sabiduría repugnantemente perspicaz. Me enfermas de la mejor manera posible", gruñó mientras se ponía de pie, los shuriken se habían desalojado. su cuerpo debido a la oleada de chakra. El Sanin luego retrocedió unos pasos antes de mirar hacia abajo por encima del borde del techo. Sus ojos se abrieron momentáneamente al ver algo. Luego volvió su mirada a su antiguo maestro.

"Me siento grosero por hacer esto, pero tengo algo que hacer. No tardaré mucho. Vuelvo en unos minutos", dijo, ganándose el ceño fruncido de Hiruzen.

"¿Y qué te hace pensar que te dejaré hacer lo que quieras?" desafió mientras preparaba otro par de shuriken para multiplicarse. Orochimaru sonrió e hizo una complicada serie de sellos manuales antes de golpear el techo con la palma de la mano. Luego, una gran nube de humo estalló en el aire. Cuando se despejó la obstrucción, había dos ataúdes a cada lado de Orochimaru.

"Tendrás las manos llenas, sensei. Créeme", dijo mientras golpeaba con una mano ambos ataúdes. Los ojos de Hiruzen se agrandaron ante la vista mientras el horror se deslizaba en su expresión.