La Princesa del Pueblo | Aemond Targaryen | EN EDICIÓN

La Princesa del Pueblo

Alysanne pasaba más tiempo encima de su dragón que en el suelo, volaba por todo poniente, incluso iba a Pentos y recorría las ciudades importantes de Essos, adoraba la facilidad con la que volaba. Pasando por Westeros miraba como pequeños pueblos de las zonas vivían en la miseria, varias veces bajó de su dragón y recorría el pueblo nada más acompañada de su espada.

No podía evitar recordar su infancia con su madre, toda el hambre que a veces pasaban, le dolía en el corazón ver cómo el pueblo sufría mientras los Lores comían y despediciaban la comida. Entonces Alysanne voló a Rocadragon y fue directo a hablar con la pareja de príncipes Targaryen.

-Vengo a hacer una petición. - eso sorprendió un poco a Rhaenyra y a Daemon.

-¿Cuál es esa petición? - preguntó Rhaenyra.

-Tienen comida de sobra de las tierras, se hecha a perder en los graneros. - les dijo a Daemon y a Rhaenyra. - Vengo a pedirles las sobras de su comida, déjenme tomar las sobras, y llevarlas a los pueblos, en nombre del rey Viserys y de su nombre.

-¿Para qué? - dijo Daemon.

-Para alimentar a los pobres del reino, me aburro sin hacer nada... Me gustaría dedicar mi tiempo a darles de comer... Dices que soy una dama, o algo así, y soy una Targaryen, creo que haría bien repartiendo a nombre de la familia real.

-Me parece bien. - dijo Rhaenyra, Daemon volteó a verla. - Habla con los ganaderos y los agricultores, que te den lo que no necesiten, y llévalos al pueblo.
Daemon no estaba muy convencido, pero no había motivos para decirle que no.

Aún recuerda al primer pueblo que llegó, montando a Vermithor bajó cerca del pueblo y algunos niños se acercaron a ver el dragón.

-Llamen a sus padres, díganles que les traigo comida, prepararemos un gran banquete.

Los niños trajeron a sus madre y a sus padres, bajaron todo del dragón, las mujeres prepararon estafado de verduras, y todos los habitantes del pueblo comieron. Alysanne se sentó con los niños a comer.

Así, la joven con el mechón plateado comenzó a recorrer los 7 reinos, organizando comidas para los más pobres del reino. En sus inicios llevaba las cosas sobre su dragón, llevaba oro para pagarle a las cocineras que cocinaban grandes banquetes y se aseguraba que todos comieran hasta llenarse, se sentaba con los niños a comer y les contaba historias de dragones, y a los bien portados los subía a pasear en su dragón con ella.

Llegó a un pueblo cerca del valle, los lugareños la vieron con emoción, ya sabiendo lo que había hecho en otros pueblos, las señoras prepararon un gran banquete e hicieron una gran fiesta, mientras Alysanne convivía con algunos de ellos unos niños le trajeron flores de regalo y la llamaron princesa.

Las noticias corrieron rápido por los reinos, de la mujer Targaryen que alimentaba a los pobres a nombre del rey, Daemon comenzó a notar que no era tan mala idea dejar que Alysanne hiciera obras altruistas, por lo que le dió permiso a que sus hombres la acompañaran.

Durante los siguientes meses, la joven de 15 primaveras llegaba a los pueblos con grupos de hombres cargando alimento, ropa y juguetes para los más pobres, no acostumbraba llegar a los castillos de los Señores del reino, pero  ellos cuando se enteraban que venía comenzaron a recibirla, le abrían las puertas de su casa y la invitaban a su mesa, aún así, Alysanne iba a sentarse con los plebeyos.

La comenzaron a llamar "Princesa Alysanne" y por respeto al reino ella les recordaba que no era una princesa, si no una simple dama, pero los niños insistían en llamarla así, por su belleza, amabilidad y porque, según su lógica, si era hija de un príncipe entonces ella era una princesa y los ancianos decían que era la reencarnación de la reina Alysanne, o que era la hija perdida de los reyes Alysanne y Jaehaerys, dado que su bondad era inmensa.

En una ocasión llegó a un pueblo del norte a pocos metros de Invernalia, una población pequeña vivía ahí, bajó con su dragón, vistiendo con unos pantalones negros, arriba una camisa blanca y un corset de color negro,  el grupo de hombres que la seguían por tierra ya estaban desempacando los ingredientes del banquete y la ropa, los pobladores esperaban a Alysanne.

-¡La Princesa Alysanne Targaryen! - dijo un hombre mayor, que parecía el alcalde del pueblo, que anunciaba su llegada. - Es un honor que esté presente en este humilde pueblo. Le tenemos un sencillo regalo a nombre de este pueblo. - unos niños le trajeron una corona hecha de margaritas, eran adorables, Alysanne sonrió un poco pero miro al hombre.

-Es preciosa, pero no sé si deba aceptarla. No soy una princesa, y aunque la corona sea sencilla, es un símbolo, que no merezco.

-Es hija del principe Daemon, tiene el porte de una princesa, acepte este humilde regalo.

Alysanne se inclinó un poco, insegura de la situación que estaba viviendo, le pusieron la corona.

-¡Princesa Alysanne Targaryen!, ¡La Princesa del Pueblo!

Los rumores y las canciones corrieron por los siete reinos, la hermosa princesa Targaryen, la princesa del pueblo, la mujer más hermosa y bondadosa de los siete reinos.

Daemon sentía cierto orgullo por las historias de su hija, que se estaba ganando un lugar en el juego, siendo apreciada y deseada, tanto era que las noticias llegaban a la capital, los agradecimientos caían a la fortaleza roja creyendo que ellos enviaban a la princesa, y Otto Higtwoter comenzó a sentirla como una amaneza a la corona.

Nota:

Yo escribiendo el capítulo donde por fin la nombro Princesa del pueblo.