El Danzarín

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Ver a la distancia a Alysanne era lo que más disfrutaba el principe Aemond, se veía hermosa con su embarazo, su vientre de varias lunas. No dejaba de pensar en cuando la dejó sola, cuando tuvo a Lucien y todo lo que tuvo que pasar en estos años.

El funeral de Daeron ocurrió en una montaña, Vermithor quemó su cuerpo, la reina parecía triste, con una expresión de seriedad que nadie le quitó por varias semanas.

Alysanne ignoró por completo a Aemond después del juicio, le dejaron seguir desempeñando sus funciones de guardia pero lo cambiaron de pasillo, a uno que estaba cerca de los apocentos del Principe Rojo, Aemond no lo sabía pero el mismo Lucien le dijo a Broke que se quedara cerca de su habitación, por lo que era común que Lucien lo saludara en las noches y en las mañana, tambien le llegó a hablar para matar arañas aunque ni miedo les tenía, todo para tener un contacto.

Aemond le gustaba convivir con él, era extraño, genuinamente no sabía como acercarse a Lucien, nunca tuvo un padre presente activamente en su vida, sabía que estaba ahí, pero nunca lo sintió a su lado... Pero teniendo a Lucien terminó de comprender algo que ya sabía, el no era un hijo querido, lo tenía más claro que nunca ahora que amaba a Lucien, porque, si alguien, quien sea, le quitaba un ojo a Lucien lo quemaría vivo, si le sirviera le daría el único ojo que le queda... Daría su vida por el. ¿Así se siente el amor de un padre?... ¿Viserys jamás se sintió así?...

En su interior deseaba la muerte de Rhaenyra Targaryen y Corlys Velaryon por el intento de asesinato de Lucien, no sabía si Alysanne dejaría las cosas como estaban, también sabía que era algo hipócrita el llegar a tomar venganza siendo que ellos fueron los responsables de la muerte de Lucerys... Hijo por hijo.

Se preguntaba si aún con Alysanne como soberana iban a seguir cargando con el pasado que no fué culpa de ellos en primera instancia, si no ocasionado por la debilidad y la falta de visión del Rey Viserys Targaryen... ¿Hasta cuándo los perseguiria la danza?... Porque aunque estén en relativa paz, la canción no ha terminado y los dragones siguen danzando.

No sabía nada de su madre, de Aegon o de Rhaenyra, no sabía si habían podido llegar a Castely Rock, los Negros habían encontrado a varios espías de Alysanne que fueron torturados para obtener respuestas pero estos murieron gritando "Salve la Era Roja"

La casa Hightower y la Casa Baratheon se rindieron pacíficamente y aceptaron doblar la rodilla a favor de la Reina Alysanne Targaryen, Alysanne aceptó la rendición aunque Daemon, su Mano, no estaba conforme.

La misma Alysanne no sabía si era una decisión sabia tomar a su padre como Mano Real, estaba aún hambriento de guerra. Le ocasionó una pequeña discusión con Lady Arryn, la cual una de las razones por las que aceptó a Alysanne era porque no tenía a Daemon.

-¿Tú crees que soy una niña que se va a dejar manipular? - alzó la ceja.

-Es tu padre, es normal que te dejes influenciar. - contestó Jayne.

-Yo no crecí con mi padre, lo quiero mucho, pero no tengo ese instinto de obediencia que se crea cuando te crían... Lo necesito en la corte, al igual que a tí... Pero no te elijo como Mano porque tienes que estar en el Valle... Pero voy a compensarte todo... Tengo un hijo, próximamente otro, llegará un momento donde hablemos de unir las casas.- la mirada de Jayne se relajó.

-¿Unirias la casa Arryn con la corona de nuevo?

-No es algo que puedo prometer, Jayne, a mi no me gustan los matrimonios obligados y no quiero obligar a Lucien a casarse así nada más, quisiera que escogiera a su Reina, no solo por alianza política, si no porque la quiera.

-Creí que los Targaryen se mezclan solo entre ellos.

-Es cierto, es importante para la pureza de la sangre. - reconoce. - pero siempre estaremos en unidad con tu casa y con todas las que me han brindado lealtad... Me gustaría que en unos años le abrieras las puertas a Lucien.

La Princesa del Pueblo | Aemond Targaryen | EN EDICIÓN Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin