Olivo

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Aemond cerró la pequeña maleta, la tomó y salió de la habitación asqueado, tenía muchas ganas de vomitar cada vez que entraba, caminó con su espada por el pasillo iluminado de tonos grises, pronto iba a amanecer, el canto de los grillos aún se escuchaba desde los jardines.

Caminaba rumbo a una de las salidas cuando se encontró con Ser Jeremy.

-¿A dónde va?

-Voy a buscar a Alysanne. - dijo Aemond pasando por su lado, Ser Jeremy tomó brazo frenandolo.

-No haga eso, quédese en King's Landing.

-Me parece excelente lo que han hecho, pero yo necesito ver a Alysanne, declararle mi lealtad y...

-¿Esperar a que lo perdone? - Aemond miró a otro lado.

-Se que es mucho pedir... Pero tengo que darle la cara a mi esposa.

-¿Reconocerá sus errores?

-Si... No tiene sentido pretender que no pasó nada... - volteó a verlo. - Haré lo que tenga que hacer para ser perdonado... Se que lo haces por orden de la reina pero... Gracias por cuidar a Helaena y a sus hijos, si no estuvieras aquí lo pensaría mejor antes de irme.

-Sabe que es orden de mi Reina... Y yo le he tomado aprecio a la Princesa Helaena, no hay nada de que agradecer.

-Mmm... Igual lo hago... Nos vemos, Ser Jeremy.

-Principe Aemond, no tiene porque irse. - dijo mirándolo.

-Tengo que alcanzarla, se que está en Harrenhal.

-No tiene que ir a buscarla... Ella está llegando.










































La Mano del Rey, Criston Cole observó por la ventana y supo que todo estaba mal, el orfanato tenía afuera un estandarte Targaryen, el fondo rojo con las tres cabezas de dragón en negro.

Salió de sus aposentos, se encontró a Ser Arryk con Aegon y Alicent Hightower, la cual se veía asustada.

-¿Qué está pasando?

-El lugar está lleno de traidores. Miembro de la guardia traen capas rojas. - dijo Ser Arryk preocupado. - Hubo redadas en la madrugada, hay dos miembros del consejo muertos y el Gran Maestre huyó a la ciudadela... Nuestros hombres más leales están muertos y sus cabezas están expuestas afuera... Jason Lannister intentó huir con el oro pero lo asesinaron.

Se escuchó un rugido, se asomaron por una ventana, en el cielo estaban Vermithor, Tessarion, Ala de Plata y un dragón de tronos oscuros que parecía una mosca comparado con los dragones que lo acompañaban, ellos volaban en círculos sobre la ciudad como si fueran buitres.

-Tenemos que escapar. - dijo Alicent. - Esa mujer está aquí.

-Nos quitará la cabeza a todos. - dijo Aegon. - Tenemos que irnos.

Escucharon una marcha por los pasillos y corrieron en dirección contraria.

-Helaena, no puedo dejar a Helaena, ¿Dónde está Aemond?

-Aemond seguro se unirá a ella. - dijo Aegon. - Vamos por Helaena.

Se encontraron un grupo de guardias con capas rojas afuera de las alcobas de Helaena, Ser Arryk y Criston sacaron sus espadas.

-¡Por favor!, ¡Déjenme ir por mi hija y los niños! - suplicó Alicent a los guardias, estos solo la observaron, luego se movieron.

-No te lamentes por mi, madre. - Helaena apareció en el pasillo, Aegon y los presentes la miraron con sorpresa, portaba un elegante vestido rojo.

La Princesa del Pueblo | Aemond Targaryen | EN EDICIÓN Where stories live. Discover now