Capítulo seis

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"La iglesia dice una gran mentira, niño, el diablo no es un ser rojo con cuernos y cola. Él se viste con piel de humano, puede hablarte como un ángel y tratarte como el mayor tesoro caminando sobre la tierra. Y lo hará tan bien que no sabrás que es él hasta que ya haya clavado sus garras en ti y no puedas removerlas. ¿No te suena eso familiar?"

La paciencia es la virtud más indispensable que el ser humano puede poseer, pero... ¿Cuál es el límite de la paciencia?

La voz del pueblo se escuchaba reclamando en cada rincón de la ciudad.

—¡Basta de todas estas muertes y desinformación! ¡Basta de toda esta corrupción e incompetencia!—.

—¡Queremos justicia, exigimos justicia por nuestros hermanos, padres, tíos, y parejas asesinadas!—.

¿Cuándo se llegaba al límite?

El pueblo estaba harto, se rehusaban a seguir aguantando por más tiempo la inutilidad de los órganos gubernamentales y tener que conformarse con el mínimo esfuerzo de los mismos, de que los creyeran estúpidos, del estilo de vida que tenían.

—¡Estamos cansados de tener que enterrar a un ser querido todos los días por su incompetencia! ¡Justicia!— las personas usaban megáfonos a toda potencia para que su voz fuera escuchada. —¡Estamos hartos de ser ignorados y que nuestras necesidades sean pospuestas por más tiempo! ¡Basta de todo eso!—.

¿Cuándo era el momento de detenerse?

No se necesitó esperar mucho tiempo para que el objetivo del pueblo que marchaba en protesta por las calles, cargando letreros y megáfonos, fuera escuchado.

Aunque no como esperaban, pues tampoco hubo que esperar mucho para la policía y los militares cerraran las calles y prepararan balas de salva, bombas lacrimógenas y camiones lanzadores de agua para detener la protesta

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Aunque no como esperaban, pues tampoco hubo que esperar mucho para la policía y los militares cerraran las calles y prepararan balas de salva, bombas lacrimógenas y camiones lanzadores de agua para detener la protesta.

Si conocieras de antemano las consecuencias de la decisión que estás a punto de tomar, ¿aún así la elegirías...?

—¡Exigimos justicia por todos nuestros familiares, amigos y parejas asesinadas por todos los villanos y vigilantes que ustedes no han arrestado por su incompetencia!—.

—¡Qué el gobierno escuche esta protesta y sepa que estamos cansados!—.

—¡Sí, no volveremos a apoyarlos a menos que de verdad hagan algo por nuestra seguridad!—.

La policía preparó sus armas con las balas de salva, y apuntó a la multitud.

—¡Retrocedan, es nuestra última advertencia!— el líder del escuadrón de policías gritó al pueblo colérico. —¡De no acatar esta orden en este preciso instante, abriremos fuego!— mientras que los militares cargaron las bombas lacrimógenas para dar peso a la amenaza. —¡Detengan esto y regresen a sus hogares!—.

La Consciencia de la SangreWhere stories live. Discover now