Capítulo veinticinco

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"El miedo puede ser superado, los problemas afrontados, las amenazas eliminadas y nuestras víctimas enterradas, pero, la desesperación, por otra parte...es el peor enemigo de la mente. Te coloca en un estrés y ansiedad constante que no te permite pensar ni actuar racionalmente, te hace débil, te vuelve descuidado, te convierte en la presa, y a ellos en los malditos cazadores. Y tú no quieres eso, ¿verdad?"

Ser capaz de ver lo que no deberías...

—Mi particularidad me permite ver fragmentos del futuro según las decisiones que se estén tomando en el momento, la línea que estás siguiendo. Sin embargo...— tragó grueso.

¿Es una maldición o una bendición?

—A veces, también me permite ver pedazos del pasado—.

Hazel cruzó sus brazos.

—¿"Ver pedazos del pasado", cómo?— cuestionó.

Rosalie cerró sus ojos con fuerza, volteando la mirada en el acto.

—No es todo el tiempo, por eso, no sé cómo explicártelo— la peli blanca confesó en un suspiro. —Ni yo misma lo entiendo—.

¿Nunca te haz preguntado de dónde nace esa necesidad humana de destapar lo que siempre fue destinado a mantenerse escondido?

—Necesito que lo intentes, Rosalie— Hazel la observó fijamente. —Por favor, dime qué haz visto en tus meditaciones—.

¿O por qué no existe alguien vivo que pueda descifrarlos?

—Un hombre, específicamente un anciano—.

Rosalie agarró el té de limón entre sus callosas manos.

—El anciano tiene aproximadamente unos 80 o 90 años y me habla como si fuéramos amigos de toda la vida y en verdad pudiera verme. Es extraño, siempre está solo, a pesar de ello, parece estar muy conectado con la naturaleza a un nivel que me es imposible de entender—.

—¿Qué más?—.

—Él me dice que es su culpa, que constantemente está arrepentido de lo que hizo y, por esa razón, está intentando enmendar todo—.

—¿Qué es su culpa, exactamente?—.

—Nunca me dice, solo que lo va a solucionar—.

—Entonces, ¿por qué crees que él es del pasado y no alguien que es capaz de interceptar tus meditaciones y colarse en ellas? Puede tratarse de alguien que busca confundirte, tal vez rastrearte, puede ser incluso alguien de la secta, ¿no haz pensado en eso?—.

Rosalie sintió su cuerpo entero estremecerse antes de contestar:

—Porque el anciano me muestra el pozo—.

¿Estás seguro que puedes soportar el peso de la verdad, y sus consecuencias sobre tu vida?

Hazel abrió grandemente sus ojos, al mismo tiempo en que podía jurar que su corazón dejó de latir por unos segundos.

¿Podría ser posible...?

—¿Ese hombre...te muestra el pozo...?— preguntó, sin aliento. —¿Cómo lo hace? Rosalie, por favor, necesito que me lo digas, ¿cómo ese hombre te puede dar información del pozo?—.

La Consciencia de la SangreOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz