Capítulo diez

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"La guerra empezó y es hora de que escojas tu bando, antes de que el mundo lo decida por ti"

En la ciudad existe un hospital dedicado exclusivamente al cuidado y tratamiento de aquellos habitantes de imprescindible valor para la sociedad, cómo lo son los héroes, oficiales de policía, la milicia, los políticos que procuran el correcto cumplimiento de las leyes, y las personas de gran poder económico. El único existente en el estado y conocido no solo por su excelente servicio, sino también por su política de siempre colaborar con el gobierno y mantener la privacidad de sus pacientes. El hospital Mercy.

Sitio de atención médica dónde al héroe Álvaro, en condición de cama, se le era retirado la sedación por vía endovenosa y el tubo endo-traqueal cómo la terminación de su coma inducido, uno del que los doctores estipulaban que despertaría pronto.

Uno de los altos mandos de La Comisión, Georgina Vilchez, esperaba ansiosa el despertar del héroe desde la sala de espera a las afueras de su habitación privada. Ciertamente todos lo hacían bajo un mismo propósito, escuchar el mensaje de Phantom Wolf que mantenía al órgano gubernamental en el hilo de la incertidumbre.

La mujer, jefa de seguridad y tercera al mando de La Comisión, había sido personalmente enviada por Ernesto como la receptora de confianza del mensaje, y encantada por la tarea encomendada aceptó realizarla. Gracias a la estricta política cooperativa del hospital, La Comisión fue llamada antes que la familia de Álvaro para que fueran estos los primeros en poder hablar con el héroe.

La familia luego tendría su oportunidad, pensó la gerencia que tomó la decisión, después de todo, los doctores habían logrado estabilizar la condición del héroe y dado su aprobación para despertarlo en nombre de un bien mayor. No creían que nada malo fuera ocurrirle a Álvaro.

-Álvaro debería despertar en cualquier momento-.

La doctora encargada de la recuperación de Álvaro, le informó a Georgina saliendo de la habitación donde él se encontraba, haciendo que la peli lava se levantara de su silla y estrechara su mano con la cordial doctora de edad avanzada.

-En nombre de La Comisión le agradezco por sus servicios, doctora López- Georgina habló con sinceridad. -La historia recordará su imprescindible colaboración en el caso Phantom Wolf-.

La doctora sonrió ligeramente avergonzada por el reconocimiento, lo que la llevó a negar con modestia.

-Todo sea por ayudar al prójimo y llevar a ese criminal tras las rejas- aseguró.

La doctora se retiró poco después de esas palabras y prometiendo ir cada cierto tiempo a chequear el avance de Álvaro, dejando a Georgina en la inmensa soledad de la sala de espera del piso de hospitalización. Múltiples sillas a lo largo del pasillo para comodidad de los familiares, al igual que con un pequeño bebedero y dispensadores con gel anti bacterial a un lado de cada puerta; un ambiente casi completamente estéril, libre de plantas y cualquier aparato electrónico que pudiera representar molestias y distracciones, era lo único que la peli lava veía.

Pensó que una vez retirada la sedación, casi inmediatamente Álvaro despertaría, y vaya sorpresa se llevó al darse cuenta de su equivocacion. Minutos que pronto se convirtieron en horas transcurrieron, una, dos, cuatro, seis horas...la doctora entraba en la habitación del héroe cada cierto tiempo para revisarlo, y durante ese proceso, le llevaba agua y algunas golosinas a Georgina. Casi llegando la media noche, la peli lava ordenó comida coreana sintiendo sus tripas chocar contra su columna por el hambre, y en vista del tardío despertar de Bones, decidió seguir viendo su novela desde su teléfono.

La Consciencia de la SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora