Capítulo veintinueve

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"¿Qué te hizo creer que eras tan si quiera medianamente irremplazable para mí? No, ¿acaso el tiempo que haz servido a mi lado no te ha demostrado todavía que sus vidas SIEMPRE se pueden cambiar por unas mejores...sobre todo la tuya?"

Advertencia: capítulo largo.

Luego de un mes de incesante entrenamiento, Brayan comenzaba a comprender el patrón en los ataques de Yohan.

Se basaban en una combinación de confusión y un factor sorpresa al cambiar el ritmo y técnica de combate a mitad del mismo, bajo condiciones específicas para ello.

Para ser capaz de entenderlo, Brayan tuvo que observar con sumo cuidado y atención no solo el estilo de combate de Yohan, patrón, postura, movimientos generales y alteraciones en el mismo, sino también ser víctima de las tácticas del ex vigilante con el propósito de adaptarse a él.

En las investigaciones que realizó por años en su tiempo libre, Brayan se percató de la importancia de conocer el lado dominante de una persona dentro de una pelea ya que, dependiendo de si el lado izquierdo o el derecho era el de elección natural, los ataques y activaciones de particularidad estarían proporcionalmente orientados a dicha dirección en un 94.3% de las veces totales y, por ende, el patrón de ataque. El héroe Paralysis, sin embargo, pertenecía al grupo que no formaba parte de aquella estadística al jugar con todo aquello y utilizar su lado no dominante, la izquierda, para iniciar el enfrentamiento y el otro para concluirlo a mitad del mismo, creando así confusión en el contrincante.

Empleando esa táctica de entrada en un enfrentamiento, le daría la falsa idea a su contrincante de que aquella extremidad era la que debía incapacitar primero antes de proceder a aplicar otra estrategia. Una vez implantado esa creencia, Yohan cambiaría abruptamente su modus operandi al empezar a atacar con su derecha series cortas, pero veloces e implacables, de golpes dirigidos a zonas blandas del cuerpo y luego alternarlas con patadas a las partes de soporte como las rodillas y plexo solar sin orden real, volviéndolo impredecible de analizar y encerrando al contrario en su territorio.

No obstante, allí no culminaba. Una vez que el ex vigilante lograba crear esa circunstancia, sus siguientes golpes no estaban dirigidos a asesinar, o al menos con Brayan era así, sino a sujetar. No cerraría del todo sus puños y alternaría combos en puntos vitales como la garganta, nariz, esternón, abdomen bajo, muslos internos, rodillas, mandíbula, antebrazos y riñones, atacando con la palma de sus manos o sus dedos dependiendo si se dirigía a zona blanda o dura y viceversa para causar daño localizado más no mortal. Emplearía gran parte de su fuerza y velocidad bruta en ellos sin darle tiempo a su contrincante de recomponerse, lo obligaría a bajar la guardia y allí lo agarraría para inmovilizarlo finalmente.

Llegado a ese punto, ni la suerte salvaba a Brayan.

Sin embargo, Yohan pudo sentir desde el primer instante que el enfrentamiento final por ese día sería diferente a los anteriores, fue capaz de ver una chispa de determinación completamente distinta en los ojos de Brayan, una que lo hizo sonreír de emoción pura por lo que anticipó. El adolescente sincronizó con habilidad sus movimientos al retroceder un paso y desviar los puños del ex vigilante utilizando sus codos y palmas entrecerradas, manteniendo sus pies separados en un ángulo que le permitía mantener su centro de masa en equilibrio y le impedía a Yohan pisarlo, y, casi al instante, avanzar dos y contraatacar, luego repetir y pasar a ofensiva cuando Yohan cambiara la dirección de su postura para golpear. No tambaleaba, no dudaba como en los días anteriores, y soltaba sus puños con más fluidez. Evitaba exitosamente que Yohan lograra agarrarlo.

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⏰ Ostatnio Aktualizowane: May 10 ⏰

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La Consciencia de la SangreOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz