Capítulo veintisiete parte 1

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"¿Por qué estás permitiendo que esos inútiles pensamientos nublen tu juicio? Te estás volviendo débil, y los débiles no me sirven"

¿Acaso existe una mayor bendición que el descubrimiento de algo que rompa todos los límites de lo que se creía establecido y demuestre lo contrario a las estadísticas existentes?

-Caballeros, el "posiblemente" no existe. Eso no es más que un vil engaño de nuestra mente, que viene arraigada en cada persona desde cientos de generaciones atrás, y es nuestro trabajo desmentirlo-.

Ernesto decía orgulloso.

-Estamos en una época en dónde ya no son las élites las que nos gobiernan, sino el derecho de saber, de conocer qué es real y qué es lo falso que nos han inculcado desde los inicios de nuestras vidas-.

Expresaba guiando a los hermanos por el laboratorio.

-Reconocer cuáles son estas mentiras, señores, y saber cómo desprender esas ideas de la mente, es el paso más primordial que podemos ejecutar no solo para la implementación del nuevo orden mundial, sino también para la traída de las verdaderas doctrinas de pensamiento y comportamiento- Ernesto sonrió. -Para que las personas dejen de creer en las falsas costumbres y supersticiones de este vanal mundo, hay que empezar a enseñarles la verdad del alma poco a poco-.

Por las habitaciones de experimentación, y pruebas de líquidos y tejidos.

-Comenzando por hacerles ver qué tan equivocados están con su religión y fé en cosas que no existen- el mayor señaló un cuarto a la izquierda, en dónde una serie de científicos inyectaban un químico desconocido en la columna de una persona, y luego la veían convulsionar sin hacer nada. -¿Cuáles son los medios más utilizados por las personas para la transmisión y recibimiento de mensajes en la actualidad? Mm... ¡Ah, sí! Las redes sociales y los noticieros, ¿no? Podemos empezar por ahí-.

No solo era en ese cuarto, en todas las habitaciones del ala izquierda sucedía lo mismo. Los sujetos de prueba convulsionaban, algunos más violentamente que otros, sangrando y contorsionando sus huesos en posiciones inhumanas en el acto, hasta que las máquinas anunciaban la pérdida de pulso en ellos. Los doctores tan solo observaban.

Sin emociones.

-Las población escucha mucho lo que los alcaldes, gobernadores y el gabinete de gobierno tienen qué decir. ¡Y lo mejor es que todos ellos forman parte del proyecto renacimiento!- Ernesto se llenó de regocijo. -¿Saben si El Supremo ya se ha puesto en contacto con estas personas?-.

-Sí, lo ha hecho en los últimos días- Segundo contestó antes de que Séptimo pudiera abrir la boca. -Hasta el momento, todos han demostrado tomar iniciativa en la ejecución de la tercera fase del proyecto-.

«Cómo debería ser».

-¿Y sobre los que abandonaron sus responsabilidades durante el golpe de Phantom Wolf?-.

-El Supremo se ha encargado de ellos exitosamente-.

«Esas son buenas noticias».

Héroes pertenecientes al proyecto cruzaban los pasillos con apuro, transportando carritos con carpetas y muestras de un lado a otro, entrando y saliendo del ala derecha dónde los exámenes eran realizados. Los hijos escudriñaban cada esquina y ángulo del laboratorio buscando imperfecciones, contaminación, e indicadores en general de alguna mala praxis o incumplimiento de las reglas acordadas por parte de Ernesto y su equipo.

La Consciencia de la SangreWhere stories live. Discover now