capítulo 72.

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jURO QUE SE ME OLVIDÓ QUE TENÍA UN FANFIC


Salgo del lugar donde trabajo y camino sin dirección esperando a encontrar una oficina donde hayan carteles con casas que se venden. Mi mente me hace parar en seco y me da un pequeño consejo «tal vez fue la oficina que estaba más cerca de la casa de Louis...». Enseguida me doy la vuelta decidida a ir en busca de la casa del chico.

Pasa media hora y por fin, al final de la calle, puedo ver su gran casa. Un niño pequeño sale corriendo y se sube a un coche, y después sale una mujer. Fijo un poco más la vista hasta poder diferenciarlos bien. No sé en que momento mis pies han comenzado a moverse, pero cuando me quiero dar cuenta me encuentro corriendo en dirección al coche el cual esta a punto de irse y gritando. El coche familiar arranca, con una gran inhalación cojo más fuerzas y corro lo más rápido que puedo. Milagrosamente, Johannah logra verme y para a un lado de la calle. Me muevo un poco más hasta llegar hasta ellos. La respiración me falta y noto como mi estómago va a devolver toda la comida.


-Johannah...-logro decir.


-Respira.


Me agacho para regular los latidos de mi corazón y mi respiración. Que poco fondo tengo, joder.


-Quería...-respiro un poco más, pero esta vez de vergüenza.-Quería saber si sabes donde esta la casa que compró Louis...


La madre de mi ex-novio mira el suelo y se muerde el labio inferior. Los ojos se me llenan de lágrimas, sé perfectamente lo que viene ahora.


-Me vas a mandar a la mierda, ¿verdad?


Johannah niega con la cabeza y se acerca poniéndome una mano en el hombro. Levanto la cabeza y ella me seca algunas lágrimas que caen por mis mejillas. Dios, esto es muy de amor, ¿no estará mal pensando, no?

Meto la mano en mi bolsillo y saco las llaves enseñándolas, y cuando voy a hablar, ella me interrumpe.


-La calle 28. Es la única casa que está en venta, lo sabrás perfectamente. Mucha suerte, Lea.-suspira y mira a su hijo pequeño el cual esta pegado en la ventana viendo el espectáculo.-Si llegas a tiempo, puede que Louis esté aún ahí. Si no...


Se calla. Tengo ganas de cogerle del cuello y gritarle a la cara que siga hablando, pero me controlo. Le doy las gracias y me doy la vuelta para irme. Pero la mujer me coge de la camiseta indicando que suba al coche. Me siento en el asiento del copiloto y bajo la mirada avergonzada. El hermano de Louis no para de mirarme.


-Él ha decidido irse un tiempo a Nueva York, con sus tíos...-levanto la cabeza al escucharla hablar.-Vamos a despedirnos de él a el aeropuerto. Si no esta en la casa... será demasiado tarde.


Aprieta el acelelerador y el coche comeinza a correr a 120km/h. De verdad quiere que volvamos... Sonrío para mis adentro y aprieto los puños.

El coche gira esquina entrando a la calle 28. Mi mirada viaja de lado a lado buscando una casa que ponga en venta, pero no la veo. Lo único que me hace saber cual es la casa es el coche del chico aparcado delante de ésta. Suspiro con temor agradeciendo a Dios que aún esté aquí.

Angels to fly ❁ L.TWhere stories live. Discover now