capítulo 41.

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Lanzo el vestido a un rincón y me cojo ropa interior nueva para darme una ducha. Últimamente me ducho mucho, incluso yo me extraño.

Giro el grifo para el agua caliente y mientras se calienta, me voy desvistiendo.

Pongo la mano debajo del grifo para ver la temperatura.

-¡La puta!-grito histérica al quemarme la mano. Esto deja marca.

La pongo un poco más fría y al conseguir la temperatura ideal, me adentro en el relajante mundo del agua.

El agua templada recorre cada parte de mi cuerpo relajando mis musculos. Suspiro y pongo un poco de jabón en mi cabeza. Es raro lavar las rastas, pero no soportaría no lavarme el pelo. La suciedad que habría entre ahí, como ahora, el resto de jabón que se cuela entre este y no sale. Me froto el cuerpo con la esponja y me aclaro.

Salgo y enrollo una toalla en mi cueepo y otra en mi pelo. Salgo tiritando de frío y corro hasta mi habitación, con la ropa interior en la mano, traída para habermela puesto en el lavabo.

La temperatura del agua caliente y la del airecillo que corre es diferente, lo que hace pelarme de frío.

Paso la toalla por mis piernas secandolas, y me coloco las bragas, seguido, por mis brazos, espalda y estomago y me coloco mi sujetador negro de encaje, igual que mis braguitas.

Me miro en el espejo y miro a el suelo, donde esta el vestido tirado. Miro al espejo y al vestido de nuevo. Niego con la cabeza caminando hasta la prenda, la levanto y la miro de arriba abajo. Increíble que monte una película por esta tontería.

Deslizo el vestido por mi cuerpo y me ato la cremallera al lado de las costillas derechas.

Camino despacio hasta el espejo. Definitivamente, este no es mi estilo. Hey... la verdad es que no me queda nada mal...

Doy una vuelta sobre mis pies, viendo como el vestido se levanta al vuelo.

-Qué friki soy.

Decido maquillarme un poco. Cojo el neceser con todo el maquillaje y lo esparzo por el suelo sentandome yo en el con las piernas cruzadas. Me pinto la raya de arriba haciendo un pequeño palito que sobresalga del ojo. Me rizo las pestañas y me aplico un poco de rimel. Mis ojos se vuelven mucho mas grandes de un minuto al otro. Abro el pintalabios y miro fijamente el color rosa palo de delante mío. ¿Será mucho exagerar? Me encojo de hombros y me pinto solo la mitad, y con el dedo corazón lo esparzo por la boca para que no se vea casi, solo le de un toquecito más llamativo.

Abro la puerta de mi cuarto y miro el reloj. ¡¿He tardado una hora y cuarto en estarme lista?! Joder, joder. Que ahora soy como las chicas estúpidas que se ven en las películas. Me doy asco a mi misma por mi actitud. Y más asco me doy al darme cuenta que no tengo zapatos, volviendome así, insoportable.

Remeno el armario en busca de unos zapatos a corde con mi vestimenta. Me asomo a la caja de cartón. Nada.

Me decanto por ponerme mis vans negras, no tengo nada más. Eso o mis nikes blancas. Y sinceramente, creo que queda mejor las vans.

Suena el timbre.  ¿Tan pronto esta aquí? Me miro en el espejo mirando que todo este bien. Y de la nada, una mezcla se rea en mi estomago. Estoy nerviosa. No, eso no puede pasarme.

El timbre suena esta vez con más exijencia. Camino lentamente hacia la puerta, no muy segura de lo que voy a hacer.

La abro y miro al chico, el cual va con unos pitillos negros y una camiseta blanca de tirantes. Una sonrísa de felicidad se forma en mi cara.

LOUIS POVS:

La chica abre la puerta lentamente. En mi cabeza grito que vaya más deprisa, necesito verla, ya. Estoy nervioso, no sé por qué, ya he estado otras veces con Lea.

Angels to fly ❁ L.TWhere stories live. Discover now