capítulo 1.

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Escuche el horrible sonido del despertador, alargue la mano para pararlo, pero fue un movimiento estúpido, lo único que hice fue tirarlo al suelo, aunque... tan inútil no debió ser, el despertador se paro, ese era mi propósito, ¿no?

Abrí mis ojos color miel, ya que en todo este rato, pequeño rato no los había abierto. Mierrrda, mi camiseta favorita tenia un pequeño agujero, en el que se asomaba mi ombligo.

-Puto cigarro...-maldije a un cigarro que no tenia la culpa, ya que era yo la que lo había dejado caer.

Me levante perezosamente y f                                                            ui tirando mis cortos shorts y mi camiseta a un lado del salón. Para luego entrar en el lavabo y quitarme toda mi ropa, bueno mi ropa interior y tirarla a un lado del baño. Entre en la ducha y deje caer el agua helada por todo mi cuerpo. Dicen que es lo mejor para la resaca.

-Que dolor de cabeza...-dije al salir de la ducha.

Me puse mi ropa interior de encaje negro y me seque un poco el pelo-más bien rastas-con la toalla.

Abrí un pequeño cajón de una estantería que había en el lavabo y saque un pequeño neceser verde. Lo apoye en el picadero, y mire el espejo que estaba empañado, dibuje una carita feliz, y sonreí al mismo tiempo que la dibujaba, viendo mi rostro reflejado en el. Puse mi mano en forma de puño y despeje la humedad del espejo podiendome ver del todo bien en el.

Sonreí débilmente, para luego fijarme en mis ojos; unos ojos rojos e hinchados. No, no había llorado, lo único que me pasaba noche tras noche bebía en gran cantidad, y me drogaba. Pero al fin y al cabo, esa era la vida que había escogido... 

Y no podía parar, cuando menos me daba cuenta ya estaba, buscando un poco de coca la cual meterme... Como ahora, mientras me miraba en el espejo inconscientemente mis manos removían el pequeño neceser en busca de ese cartón y esa transparente bolsa de plástico.

 Y ahí me encontraba de nuevo, sentada enfrente del wáter con los polvitos ya puestos rectos para drogarme. puse el tubo en mi nariz y busque la linea de droga la cual esnife hábilmente.

Aspire fuertemente, y frote mi nariz con suavidad, para desentaponarla. 

Escuche la puerta cerrarse de un portazo, y guarde corriendo las cosas en el neceser bajo la crema.

Me vestí, o al menos lo intente, porque cuando me acababa de poner la camiseta, mi padre entro en el lavabo.

 -¿Que haces aquí?-grito furioso.

 -Ve...vestirme...-trague saliva. Tenia miedo, mucho miedo.

 Mi padre era un hombre grande y fuerte, era entrenador de boxeo, y con una mirada ya te asustabas.

 -¡Lárgate ya!-me grito.

 Cogí mi pantalón y salí lo mas rápido posible del baño. Y también de casa.

Entre en el ascensor, y me puse los pantalones. Para seguido comenzar a reír como una loca.

-Hola pato, soy Lea.-cada vez reía mas, la droga comenzaba a dar su efecto.

Me gire cuando el ascensor llego al primer piso, y me encontré a la vecina del primero mirando tristemente.

Pase por su lado y no tuve otra que comenzar a reír, si es que soy tonta.

Era un dilema, pero no se como llegue viva a la escuela.

-¡¡¡HOOOLA!!!-gritaba a Ron, Josh y Sam. Sam es mi mejor amiga y Ron mi mejor amigo. Josh es el mejor amigo de Sam y Ron. Pero yo me llevo igual con todos.

-¿Lea estas bien?-pregunto Ron. Yo solo asentí mientras reía e intentaba petar esas burbujas que flotaban en el aire. Claramente no había ni una sola burbuja. 

Entremos a la escuela, y me senté en mi sitio, lo único que podía hacer era reír sin parar.

-Buenos días.-saludo el profesor.

Y ahí fue mi gran error, comencé a reír sin parar, todos me miraban con cara de que estuviera loca excepto mis amigos, que sabían la historia.

-Por favor, señorita, si es tan amable de callar...-me llamo la atención el profesor,

Yo me intente calmar, pero tal vez me pase al calmarme, ya que me dormi.

-¡Lea!-abrí los ojos y lo primero que vi fue al profesor. Hice una mueca de asco y me levante.-¿Estas bien? Acaban de llamar a tu padre, te vas a casa.

Y por un momento la felicidad que recorría mis venas fue derrotada por el miedo. "No por favor" intentaba decir mi voz, pero era imposible, no salía ningún sonido.

Me levante y fui caminando hacia la puerta con la ayuda del profesor. Salí de la clase y lo primero que hice fue caerme de culo.

-Louis, ayúdala.-dijo el profesor.

Note unos fuertes brazos cogerme por la cintura y levantarme suavemente.

-No quiero ir a casa.-susurraba.-No quiero ir a casa. No quiero ir...-decía una y otra vez, sin fin.

-Tranquila, estas mal. Reposarás y estarás mejor.-¿Porque no me hacia caso?

-No, mi padre es un ogro, me maltrata...-susurre la última palabra.

-¿Qué?-me miro confundido. Una lágrima recorrió mi ojo.-Estás mal, dices tonterías.

-Es verdad...-murmure.-Me maltrata psicológicamente...

El solo ignoro mi último comentario y me sentó en una silla de secretaria.

Habían pasado por lo menos 5 minutos, cuando se escucho la puerta abrirse y cerrarse con un fuerte portazo.

-¡¿¡¿Donde demonios esta?!?!-grito mi padre entrando en secretaria. Estaba a punto de morir, lo veía venir en su mirada.

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Bueno, es la misma, que "angels to fly"(el mismo titulo como podréis ver) pero la otra no me convencía muhco, y aquí esta, de nuevo. Viene a ser lo mismo, solo que aquí mas realista y mejor explicada:)

Angels to fly ❁ L.TWhere stories live. Discover now