capítulo 39.

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Miro al suelo tímidamente. Vaya, pensaba que no sería tan incómodo esta situación.

Sonrío interiormente, ya que gracias al efecto del porro puedo lanzarme, si no, no haría nada de esto. Me despido de el sin mirarle a la cara y salgo como un rayo del parque.

Joder Lea, tú y tu puto retraso. ¿Le besas y ahora lo evitas? Estas loca. Niego con la cabeza y aparto mi conciencia. Entro en mi casa sin hacer ruido, cierro con el pestillo y me tumbo en la cama, misteriosamente encontrando el sueño.

***

Los siguientes tres dias pasan volando. Al principio es incómodo, pero nadie habla de nada. Pasamos las mañanas en clase, y las tardes quedamos en la biblioteca-la cual ya puedo entrar-para escribir y redactarlo todo. Mañana ya es el último día para entregarlo.

Entro en clase cinco minutos antes de las 9 y me siento en la mesa del final del todo, la que esta más apartada.

Cruzo las piernas y apoyo mis mejillas en mis manos y miro un punto de la mesa.

Suena la alarma de fondo y la gente comienza a entrar.

-Últimamente te centras mucho.-me susurra en la oreja.-¿Lea Hush está cambiando?

Le pego un puñetazo en los muslos, cerca de su parte más íntima. Jadea de dolor y alarga la mano para cojer una silla y sentarse a mi lado.

-Ayer mire lo que nos faltaba, y creo que hoy tendríamos que ir a la playa para recojer un poco de información.

Asiento, no le estoy haciendo ni el menor caso.

Parpadeo un par de veces y le miro. Louis escribe algo en un papel entretenidamente.

-¿Cómo vais?-la voz de Carmen aparece detrás nuestro.

-Bien, bien. Ya lo tenemos casi listo.

La profesora asiente y se apoya en nuestra mesa.

-¿Qué tal, Lea?-le miro y me encojo de hombros.-¿Trabajas mucho?

Su tono es irónico con una pizca de diversión.

-La verdad, me gusta tocarme el coño. Ya sabes, no hago nada.

-Me lo temía, ya me avisaron.

-En verdad-salta Louis poniendo paz.-Trabaja bastante. Y esta muy bien hecho.

Carmen asiente y se va.

Vamos, lo dice Louis y todo es jodidamente cierto. Digo yo lo contrario en ironía, y es como si la ironía sobrase.

-Es una guarra.

Resoplo y Louis ríe.

Me da un papel y me pasa el ordenador portátil. Levanto la tapa y lo enciendo. Una corta sintonía suena para seguido aparecer la pantalla de inicio, tecleo el nombre de Louis -ya que el ordenador es suyo- y abajo pongo la contraseña de "look after you". Definitivamente, ama esa canción. Abro una página del word y comienzo a pasar las hojas en sucio a limpio.

Pasar casi todo el trabajo al ordenador me lleva toda la mañana, a las tres suena el timbre, indicando que las clases finalizan ahora.

Camino hasta la puerta principal mirando el suelo, sin importarme donde esta Louis. Salgo del recinto y una mano s posa en mi hombro, me giro y le miro esperando que me diga algo.

-A las siete paso a por ti.

Asiento y me voy.

Llego a mi casa media hora después, y como de costumbro, no hay nadie. Y eso me alegra realmente.

Angels to fly ❁ L.TWhere stories live. Discover now