14. Poderes mentales

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Eran las once y cuarto de la noche

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Eran las once y cuarto de la noche. Sirius Black buscaba a su compañera de baile por toda la sala, pero no la encontró. Fue a preguntarle a su amigo Remus, ya que fue la última persona con el que lo vio.

-Remus.

-Dime -contestó el muchacho, bebiendo.

-¿Y Aurora?

-Fue a prepararse para el espectáculo.

Sirius recordó aquella gran sorpresa a medianoche y supuso que Edward y Aurora iban a actuar.

Estuvo deambulando por el salón de baile, hablando con sus amigos y bebiendo un poco. Estaba deseando que fuese ya medianoche para ver a Aurora debutar. Ya no podía esperar.

Finalmente, Narcissa obligó a unir al grupo de Slytherin y al de Gryffindor para ver juntos la gran actuación.

Sobre el escenario, apareció un decorado hermoso de un bosque nevado. Edward Delacourt hizo presencia con un ajustado traje de color violeta y azul con toques dorados de lo más elegante. La música comenzó con unos violines chirriantes. Era la más conocida del Lago de los Cisnes.

Edward se paseó regio por el escenario moviendo las manos al son de la música. Unos pocos segundos después, apareció Aurora. Estaba hermosa con un complejo y detallado tutú acampanado con la misma gama de color de Edward.

El vals cobró vida y ellos se unieron en el escenario. Edward daba vueltas a Aurora y la guiaba. La cogió de la cintura y la hizo volar por los aires. La música aumentaba la tensión y Aurora se alejó. Dio vueltas para coger fuerzas y un gran giro final para coger carrerilla y saltar poco más de un metro por los aires haciendo un difícil spagart.

La danza acabó y todos aplaudieron enloquecidos. Lanzaron hechizos de flores a los dos artistas.

James silbaba eufórico. Los Slytherin aplaudían y obacionaban. Las amigas de Aurora chillaban como locas.

•••

-Hermanita -James sonrió, abrazó a Aurora y la alzó en brazos.

-Aún no entiendo cómo Regulus no es así conmigo -murmuró Sirius.

-Edward, Aurora, sois excelentes -sonrió Alice-. Eso no lo habría logrado yo ni en un millón de año.

-Gracias -sonrió Edward.

Todos hablaban entre ellos. Mientras estaban distraídos, Aurora se retiró, aparentemente, hacia la mesa de comida. Sin embargo, salió por la puerta del gran salón en cuanto tuvo ocasión.

Sirius miró hacia la puerta justo en ese momento. Dijo a sus amigos que iría al baño un momento. Se dirigió a la salida y se apresuró a seguir a Aurora.

Aurora Potter: la última Merodeadora (reescrito)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora