33. Visión cumplida

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—Solo vais a Londres unos días —afirmó Lily sonriente—

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—Solo vais a Londres unos días —afirmó Lily sonriente—. Aurora y yo estaremos bien. Se entretiene mucho con tu regalo.

—Creo que darle mi capa de invisibilidad ha sido un error —dijo James—. Remus dice que de tantos sustos le dará un ataque al corazón.

—Es un poco dramático —rio Lily.

—Aceptar que deje Hogwarts ha sido un error. Cuídate. Y a la loca de mi hermana también, por favor.

—¡BOO! —exclamó Aurora, quitándose la capa de invisibilidad junto a James. Este pegó un gran salto hacia atrás. Aurora rio.

—¡No tiene gracia, Aurora Evangeline Potter! —chilló él.

Aurora no echó cuenta. Siguió riendo a carcajada limpia. Las chicas se despidieron de los chicos. Aurora dio a su hermano y gran abrazo en forma de disculpas.

Se fueron, dejando a Aurora y a Lily solas. La rubia se sentó a ver la televisión mientras Lily escribía una carta a sus padres. Hacía tiempo que no hablaba con ellos ni los veía. Le pidieron que les enviara una carta en cuanto pudiese.

—Oye, Lils.

—¿Si?

—¿Te sientes embarazada?

—¿Qué clase de pregunta es esa? —ella volvió la cabeza tensa.

—Es que en mi visión no te veías mucho más vieja de lo que ya eres.

Lily le lanzó un cojín a la cabeza y ella cayó al suelo riendo. Le devolvió la jugada y empezaron a perseguirse por toda la casa.

—Oye, vamos a terminar nos el helado sobrante del verano antes de que James pueda decirnos algo —rio Aurora en el suelo.

—¡Por favor! ¡Me muero de hambre!

Las chicas cogieron el helado de Stracciatella del congelador y se tiraron en el sofá con dos grandes cucharas. Aprovecharon para ver uno de esos realities que Sirius aborrecía y nunca dejaba de comentar cuando estaban en casa.

—Malcolm es idiota —dijo Aurora—. No sé cómo puede creer a Loren en vez de a Sarah.

—Ya, pero es que Sarah ya la ha cargado muchas veces.

—Sí, pero Loren lo engaña con Nathan, Lily. ¡Con Nathan!

—Sí, a ver. Ella tampoco es muy lista.

—Ya...

—Tanto helado me ha afectado —Lily se tocó la cabeza—. Voy a por una pastilla.

—¿Estás bien?

—Solo me siento hinchada, estaré bien.

Lily subió por las escaleras mientras Aurora seguía absorta en la televisión. A penas un minuto después, Lily llamó a su cuñada a gritos.

Aurora Potter: la última Merodeadora (reescrito)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora