32. Sanar heridas

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La luz del sol entraba en la habitación produciendo una agradable calidez

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La luz del sol entraba en la habitación produciendo una agradable calidez. A Aurora le gustaba despertar así y quedarse unos minutos más ahí, abrazada a Sirius. Él pegaba su pecho a la espalda de su novia y enterraba el rostro en la curva de su cuello.

Sirius fue despertando y besó a Aurora en la mandíbula. Ella se encogió con una sonrisita y Sirius la estrechó más contra su pecho. Deslizó los besos por cuello y hombro hasta que Aurora giró la cabeza para recibir un beso en los labios.

—Buenos días, princesa —susurró.

—Buenos días, pulgoso —sonrió.

—Qué mala. No me digas eso.

—¿Por qué?

—Es feo.

—No, no lo es.

—Claro que sí.

—¡Que no!

—¡Que sí!

Sirius cogió sus manos y se las pegó al cuerpo. Se acercó tanto que Aurora podía oír su respiración. Comenzó a besuquear su cara mientras Aurora pataleaba y reía.

—¡Quita! —gritó.

—Eso, quítate —se oyó la voz de Lily en el umbral de la puerta. Se acercó y tiró del brazo de Aurora para levantarla—. Vamos, se nos hace tarde.

—¿Para qué? —preguntó extrañada.

Ella la miró con los ojos bien abiertos. Sus iris verde brillante brillaban con furia.

—¿No te acuerdas de qué día es hoy? —le espetó.

—Eh... ¿martes?

—¡Hoy me caso, Aurora! ¡Con tu hermano!

—Ah... eso...

—¡Sí, eso! Vamos.

Aurora se vistió con una camiseta de Sirius con el logo de The Beatles y unos vaqueros. Sus botines y una gorra de James que siempre le quitaba. Parecía que iba al aeropuerto. Cogió su mochila con chapas de las bandas más famosas de su tiempo y su termo con un café bien cargado.

Habían conseguido un local muy bonito. Amplio y con un gigantesco jardín donde se celebraría tanto la ceremonia como el convite. Todo estaba lleno de coloridas flores, bancas, mesas y un arco nupcial precioso.

Tras repasar todos los puntos de las tareas, Aurora se encerró con Lily en una de las habitaciones de la casa en el recinto. Alice y Marlene llegaron a los pocos minutos y las chicas comenzaron a vestirse.

Un vestido precioso el cual Alice estaba preparando estaba colgado en la percha. Era simple y detallado, justo lo que Lily siempre había soñado. Aurora maquillaba a la novia y Alice la peinaba. Marlene y Pandora se preparaban con los trajes de Damas de Honor.

A las chicas les hubiera gustado invitar a su amiga Narcissa las hubiera acompañado, pero la familia Black ya estaba bajo supervisión del Departamento de Aurores y no querían más bullicio del necesario.

Aurora Potter: la última Merodeadora (reescrito)Where stories live. Discover now