49. Reunión familiar

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A Harry le resultaba demasiado raro el despertar y que un nuevo Mapa del Merodeador esté en su mesita de noche

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A Harry le resultaba demasiado raro el despertar y que un nuevo Mapa del Merodeador esté en su mesita de noche. Era diferente.

«Los señores Lunático, Colagusano, Canuto, Cornamenta y la señorita Mariposa están orgullosos de presentar el mapa del Merodeador».

A parte de que no sabía la auténtica identidad de ninguno de los anteriores, Mariposa era nueva.

Esa misma mañana de primavera, había escuchado a la profesora de Adivinación decir que el hombre que traicionó a sus amigos, cuyo corazón negro se pudre por asesino, regresará. Harry estaba asustado, no podía negarlo. Aurora no estaba con él. No estaba, directamente. Fue cruel con ella y se fue. Y de eso hacía ya muchos, muchos meses.

Harry, Ron y Hermione fueron a ver a Hagrid. Malfoy había creado problemas y había hecho que condenaran al hipogrifo de Hagrid a muerte. El Ministro de Magia ya casi llegaba. Ron Hermione y Harry salieron disparados. Contemplaron desde lejos la muerte de Buckbeak. Hermione quedó destrozada.

Los tres se abrazamos cuando, de buenas a primeras, Sccabers, la rata de Ron, le mordió el dedo y salió corriendo.

—¡Sacabbers! —gritó—. ¡Vuelve aquí!

—¡Ron! —lo llamaba Hermione.

Los tres corrían persiguiendo al animal por toda la cuesta hasta que llegó casi hasta el sauce boxeador. Era confuso. Todos corrían cuando Ron por fin cogió a su mascota. Miró al frente y exclamó:

—¡¡¡Harry, el Grim!!!

El Grim era un presagio de muerte en forma de perro negro. Y estaba ahí, ante ellos. Con sus relucientes ojos negros. De repente, se abalanzó sobre Ron, lo mordió por el tobillo y consiguió entrar en un hueco, un pasadizo en el sauce.

Hermione y Harry hicieron todo lo que pudieron para entrar en el pasadizo. Les llevó muchos golpes y caídas, pero consiguieron entrar. Era como un largo pasadizo bajo tierra que los dirigía a la nada. Harry se temió cuál podría ser el fin de su camino.

Su temor se hizo realidad: estaban en la Casa de los Gritos. Subieron escaleras y  recorrieron pasillos hasta ver al fin a Ron. Se aferraba a Sccabers y señalaba al frente aterrado.

—¡Harry, es una trampa, él es el Grim! —gritó—. ¡Es un animago!

Harry miró a donde Ron le señalaba. A poco menos de dos metros de él, se hallaba Sirius Black, mugriento y andrajoso. Sirius le miró y sonrió.

—¡Expelliarmus! —exclamó, quitándoles a Hermione y a Harry las varitas.

Era él. Era Sirius Black, era el hombre que traicionó a sus padres.

Harry se abalanzó y los cogió del cuello y lo tiró al suelo con furia. Era aquel el hombre responsable de la muerte de sus padres. Si no fuera por él, Voldemort no los había encontrado.

Aurora Potter: la última Merodeadora (reescrito)Where stories live. Discover now