36. Pérdidas y dolor

203 16 1
                                    

—No —dijo Sirius

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—No —dijo Sirius.

—¡Por favor! —rogó Aurora.

—Mi queridísima hermana —interrumpió James—, todos los aquí presentes sabemos que no soportas las películas de miedo. Te aterran y te pasarás toda la noche gritando.

—¡Esa es la gracia! —exclamó—. Hoy es 31 de octubre. Halloween. La gente suele asustar y ser asustados.

—Amor —dijo Sirius, poniendo una mano sobre su vientre muy poco hinchado—, no quiero que mis dos angelitos se asusten, ¿vale?

Ella sonrió dulcemente.

—Está bien. En ese caso, iré esta noche a dar un paseo por el pueblo y ver la decoración de Halloween de los vecinos —suspiró.

—Te lo permito —dijo Sirius—. Yo tengo que emprender esta misión

—¿Remus no va contigo tiene? —preguntó James.

—Quiero que tengamos un plan B si algo va mal, así me siento más seguro —admitió Sirius.

—Eso de que Peter nos traicionaría... yo no lo veo —habló James.

—Hermano, yo vi claramente cómo la Marca se formaba en su piel —dijo Aurora—. No sabemos qué será capaz de hacer, pero es mejor prevenir que curar. Y proteger a la Elegida.

—Exacto. ¿Te imaginas que el Señor Tenebroso quiera lograr el poder del Andraste? ¡Podría matarla! —opinó Sirius.

—No nos alarmemos —Lily hizo presencia—. Aurora, tú sal, despéjate. Vuelve antes de medianoche y no te alejes mucho del pueblo, que sé que te gusta merodear por el bosque.

—¿Qué puedo decir? Soy una Merodeadora —sonrió con orgullo—. Me llevaré mi cetro de todas formas, no os preocupéis por mí.

—Vale —James habló tenso.

—Todo irá bien. —Sirius puso una mano en el hombro de cada hermano Potter.

—Lo sé —sonrió James.

Aurora subió a vestirse con un jersey y unos vaqueros sencillos. Se calzó sus zapatillas y salió con su cetro en mano. Se despidió de Sirius en la puerta con un profundo beso y un abrazo afectuoso antes de que saliera. Luego, se despidió de James y Lily en la puerta de la casa y guiñó un ojo a sus sobrinos, a los que hizo reír.

—No tengo mucha hambre —le dijo Lily a James—. ¿Te apetecen unas palomitas y una peli?

—Voto por Grease —sonrió James.

—Muy buena película. Pero ¿no íbamos a ver una película de miedo y por ello hemos echado a tu hermana?

—Bueno, tal vez sea por otra razón el hecho de que la haya echado. Además, sé que es tu favorita. Si por mí fuera, veríamos alguna de James Bond.

Aurora Potter: la última Merodeadora (reescrito)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora