28. Graduación

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Aquella mañana era la del penúltimo día de su curso en Hogwarts, lo que significaba que la graduación de los nacidos en 1960 sería en pocas horas

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Aquella mañana era la del penúltimo día de su curso en Hogwarts, lo que significaba que la graduación de los nacidos en 1960 sería en pocas horas. Los Merodeadores estaban arreglándose, llevaban las túnicas reglamentarias bajo el traje para la gala posterior. Los padres de la mayoría de los alumnos asistirían.

Solo los alumnos de sexto y los familiares de los graduados podía asistir a la entrega de títulos, así que a Aurora y a Regulus no les quedó otra. Estaba ya firmado que no podían hablar en ningún momento del día, pero estarían pendiente el uno del otro. Regulus solo tendrían que pensar y Aurora leería su mente. Luego, ella mandaría señales simples como pestañeó, gestos con las manos y cosas así que tenían significado para ellos.

Aurora llevaba un bonito vestido rojo con falda de vuelo hasta las rodillas y mangas de farolillo. Estaba custodiada por sus padres en los asientos del Gran Comedor esperando a que presentaran a los chicos.

—Como siempre suelo decir en las cenas, un nuevo año termina —empezó Dumbledore—. Y es para mí un orgullo despedir a estos jóvenes magos que acaban con una etapa, listos para comenzar la siguiente.

La profesora McGonagall y el resto de los jefes de casa fueron nombrando a los graduados. De los que Aurora conocía, el primero fue su novio.

—Sirius Orión Black III —anunció McGonagall.

El muchacho alto y de cabello largo y oscuro pasó hacia el frente con una gran sonrisa. Aceptó el diploma mientras Aurora gritaba y aplaudía desde su sitio, orgullosa de todo lo que él había superado.

Narcissa, Lily, Remus, Lucius, Peter...

Cuando McGonagall anunció el nombre de James Potter, a Aurora se le llenaron los ojos de lágrimas. Estaba tan orgullosa de su hermano mayor que no podía soportarlo. James siempre había sido su apoyo, su amigo, su protector, su ídolo...

Recibió a sus amigos en la gala, con ellos ya vestidos con sus trajes de chaqueta y sus largos vestidos. Sirius se adelantó y recibió a su novia dándole un buen beso en los labios.

—¿Estás orgullosa de mí? —preguntó él de forma que a Aurora le pareciera tierno.

—Más de lo que jamás imaginarías —sonrió—. ¿Y tú? ¿Eres feliz?

—Más de lo que jamás imaginarías —repitió antes de volver a besarla.

Aurora felicitó a su hermano y a todas sus amigas. La señora Potter insistió en que todos se colocaran para una foto grupal que luego colgarían sobre la chimenea.

El día fue demasiado largo para ellos. Aún así, antes de volver a sus Salas Comunes para dormir, Aurora se encontró con Regulus en la Torre de Astronomía.

—Estate alerta todo el tiempo —insistió Regulus—. No te acerques a nadie, intenta quedarte en casa. Yo estaré alerta por culpa de mi familia.

—Regulus, yo voy a estar bien —afirmó ella—. Eres tú el topo. Y el que me preocupa.

Aurora Potter: la última Merodeadora (reescrito)Where stories live. Discover now